haco exportó la maldita enfermedad a Corrientes, fue el escandaloso titular de tapa del diario correntino Época que puso al rojo vivo la relación entre las dos provincias, y despertó fuertes críticas en ambas orillas del Paraná que las separa. El caso motivó incluso una intervención del Inadi por la estigmatización que implica.
Siete profesionales de la salud correntinos dieron positivos para COVID-19 -decía el artículo de Época-. Todos trabajan en el sistema sanitario público de la provincia (del Chaco). El Hospital Perrando de Resistencia es un gran foco de infección. Hasta su directora fue diagnosticada con el mal”.
Una vieja rivalidad interprovincial, más folclórica que real, se ha visto reavivada por la llegada del COVID-19. El encono entre ambas provincias es tan proverbial como ficticio, considerando los innumerables lazos que unen a ambas provincias y en particular a sus capitales separadas tan sólo por 20 kilómetros y unidas por un puente que redujo el tiempo necesario para ir desde Corrientes hasta Resistencia a 15 minutos.