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ALARMA

07/09/2020

Un brote de fiebre amarilla acecha en la frontera de Brasil con Misiones

Las señales de alerta comenzaron porque se encontraron monos muertos en Brasil, a cien kilómetros de la frontera con Misiones.

 Un brote de fiebre amarilla acecha en la frontera de Brasil con Misiones
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ientras mantienen controlados los casos de coronavirus, las autoridades sanitarias de Misiones ya empezaron a seguir con atención un brote de fiebre amarilla en cercanías de la ciudad brasileña de Cascavel, a poco más de cien kilómetros de la frontera.

Las señales de alerta surgieron hace dos semanas, cuando se reportó la aparición de monos muertos en el vecino país y ahora los estudios permitieron establecer que fue a causa del virus que ya asoló a la provincia hace poco más de una década, cuando murió un obrero rural.

Desde hace algunos años los casos de fiebre amarilla se expandieron hacia el suroeste de Brasil. El año pasado se habían reportado casos en monos y humanos en localidades que están a 300 kilómetros de Misiones, pero esa distancia se recortó considerablemente con el descubrimiento de un primate muerto en proximidades de Cascavel.

Desde mediados del año pasado, los estados de Paraná y Santa Catarina -limitan con Misiones- y San Pablo, confirmaron la presencia del virus de la fiebre amarilla en 348 monos, un 180 por ciento más que en el período 2018-2019. De ese total, el 99 por ciento de los casos fueron reportados por los estados del sur brasileño. La enfermedad incluso se cobró la vida de dos personas, en Camboriú e Indaial.

En un informe divulgado a mediados de mayo, la Secretaría de Salud del Estado de Paraná detalló que desde enero se registraron 287 casos en monos pero no hubo personas afectadas. El virus fue detectado en 43 municipios.

El director de Epidemiología de Misiones, Jorge Gutiérrez, sostuvo: “Tenemos informes que desde hace un tiempo la fiebre amarilla se estaba aproximando a los estados del sur de Brasil”. Y destacó: “En Misiones tenemos vacunada al 95 por ciento de la población y estamos trabajando con Nación para que esa cobertura llegue al 99 por ciento”.

Sobre la campaña de inoculación que realizan, dijo que “el objetivo principal es llegar a la gente que reside en las zonas más selváticas, en la zona Nordeste y el Alto Paraná de la provincia porque es la mas expuesta en el caso de que llegue la enfermedad”.

El funcionario destacó la importancia de las poblaciones de monos carayá y caí para establecer la circulación del virus. Es que son los primeros afectados y se convierten en claras señales de alerta para las autoridades sanitarias.

Es por eso que desde el Ministerio de Salud Pública pidieron a los guardaparques del Ministerio de Ecología de Misiones que estén alerta y reporten la presencia de monos que abandonan la manada, o bien evidencian estar enfermos. Ese pedido se hizo extensivo a la gente que reside en las zonas rurales, para que alerten hallazgos de monos muertos, a fin de que puedan ser estudiados.

Gutiérrez dijo que es imposible establecer en cuánto tiempo el virus podría llegar a la provincia. “Depende de muchas variables, incluso climáticas; pero es un enfermedad cíclica y puede volver en cualquier momento a nuestra zona”, aseguró.

“Uno de los problemas es que el virus llegue hasta las zonas urbanas porque en esos lugares es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, que también es vector del dengue, una enfermedad que golpeó con fuerza en Misiones durante el último período estival.

El funcionario aclaró que “las personas que ya se vacunaron contra la fiebre amarilla no necesitan de una segunda dosis. Sólo debe repetirse en aquellos casos en que la persona inmunizada tenía menos de cinco años. Y también es desaconsejable la vacunación en mayores de 65 años”.

Clarín

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