l cadáver –que se encontraba en avanzado estado de descomposición- fue encontrado en un lugar que había sido rastrillado anteriormente por distintas fuerzas en la búsqueda que duró más de un mes.
Al momento de sacar del agua el cadáver en presencia del magistrado Miguel Farías y la madre de Tizato, se observó a simple vista que poseía tres piedras dentro de su campera lo que impedía que el cuerpo no flote.
La última vez que lo vieron a Tizato se dirigía a pescar en compañía de un vecino de 44 años. Ese mismo domingo 30 de agosto, alrededor de las 14, el hombre regresó y le dijo a la madre del adolescente que en el camino se encontraron con dos personas, a los que él no conocía y que, en compañía de César Daniel, se dirigieron a continuar con la pesca.
En la zona se encuentran al menos tres cursos de agua, de los cuales el mayor es el arroyo Pindapoy Grande, pero también hay decenas de lagunas de las cuales en algunas se crían peces para su posterior comercialización. En una de ellas se encontró el cuerpo que aún debe ser identificado.