La adquisición de los dispositivos empezó en las semanas más álgidas de la pandemia, cuando quedó paralizada buena parte de la actividad pública, económica y escolar del país, según datos del Ministerio del Interior.
Cuando se empezaron a multiplicar los contagios, a partir de marzo, tanto la canciller, Angela Merkel, como las autoridades regionales y municipales recomendaron trabajo remoto en todos aquellos ámbitos laborales en los que fuera factible, aunque no se sancionó una regulación específica para esa forma de trabajo.
El ministro de Trabajo, el socialdemócrata Hubertus Heil, pretende impulsar una regulación más allá de la situación creada por la pandemia.