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02/06/2021

Día internacional de las trabajadoras sexuales: la lucha por la no discriminación y el reclamo de quienes no lo consideran un trabajo

Cada 2 de junio, organismos internacionales y organizaciones sociales hacen un llamado a respetar los derechos humanos y laborales de las mujeres que lo ejercen. Para esta fecha también, las “mujeres abolicionistas” advierten que la prostitución es una forma de explotación y violencia.

Día internacional de las trabajadoras sexuales: la lucha por la no discriminación y el reclamo de quienes no lo consideran un trabajo
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esde 1976 en todo el mundo, el 2 de junio se conmemora el Día Internacional de las trabajadoras sexuales. Amnistía Internacional y la Red de Mujeres Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y el Caribe (RedTraSex) solicitaron a los gobiernos de la región que tomaran medidas para garantizar los derechos de las mujeres que ejercen el trabajo sexual en el contexto de pandemia de COVID-19.

El reclamo del organismo internacional busca que las y los trabajadores sexuales puedan acceder a los servicios de salud adecuados y sin discriminación, que tengan acceso a la seguridad, pero sobre todo, que los estados garanticen protección frente a violaciones de derechos humanos cometidas por fuerzas de seguridad.

Según detalló Amnistía en el documento publicado: “Las mujeres cisgénero y transgénero que ejercen trabajo sexual son sistemáticamente marginadas, estigmatizadas y enfrentan múltiples barreras al momento de ejercer sus derechos. La pandemia agrava esta desigualdad de forma preocupante”.

Por estos motivos y subrayando las desigualdades hicieron un pedido a los Estados de las Américas. “Proteger a todas las mujeres, sin importar su ocupación, de la violencia y la precarización que la discriminación de género causa”, sostuvo Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

Desde 1997, la Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina (AMMAAR) integra la Red de Trabajadoras Sexuales de Latinoamérica y Caribe (RedTraSex). Se constituyeron como un sindicato con el objetivo de apoyar y fortalecer a las organizaciones de mujeres trabajadoras sexuales en la defensa y promoción de sus derechos.

Si bien en la Argentina, el trabajo sexual no es un delito, desde AMMAR reclaman porque “los Códigos Contravencionales de 16 provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, criminalizan la oferta de servicios sexuales en la calle y habilitan a la policía para vulnerar los derechos de lxs trabajadorxs sexuales”.

 

Proyectos para derogar la criminalización

A fines de abril de 2021, la legisladora Victoria Montenegro y AMMAR presentaron un proyecto de ley para derogar el artículo contravencional que criminaliza el trabajo sexual en CABA. En ese momento, desde el sindicato de trabajadorxs sexuales denunciaron que la criminalización en lo contravencional es una herramienta de control que da lugar a conductas abusivas y discriminatorias: “Ponen a los agentes policiales en el lugar de juez y parte y su punto de vista es suficiente para considerar que alguien cometió una falta contra ‘la moral y las buenas costumbres’”.

Debates feministas y la prostitución

Mientras desde organizaciones como AMMAR proponen ejercer libremente el trabajo sexual por decisión propia siendo mayor de edad, con una ley que las proteja, obra social y una jubilación que le otorgue derechos iguales al resto de los trabajadores, en la Argentina hay también grupos que conforman la Red Federal de Mujeres Abolicionistas que afirman que “la prostitución es violencia de género, no trabajo”.

Desde las redes sociales, este grupo exige debatir la inclusión en el plan nacional de erradicación de las violencias del Ministerio de las Mujeres de la Nación a las mujeres en situación de prostitución como violencia y presentar en el Congreso de la Nación de proyectos de ley de penalización del prostituyente y de cierre de prostíbulos a lo largo y ancho del territorio nacional.

Cada 2 de junio se conmemora la lucha que comenzaron en Francia un grupo de mujeres trabajadoras sexuales, que en 1975 ocuparon una Iglesia en Lyon para protestar contra la policía que les ponía multas y las detenía y para pelear por los derechos laborales.

 

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