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24/01/2023

Robo al banco de El Soberbio: condenas de hasta 28 años en Brasil para los autores

Robo al banco de El Soberbio: condenas de hasta 28 años en Brasil para los autores
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no de los hechos policiales más impactantes en la historia de Misiones finalmente encontró un cierre. Los cuatro detenidos por el violento asalto con toma de rehenes al banco Macro de El Soberbio, en el que fue ejecutado a sangre fría y de un balazo el policía misionero Roberto Omar Ballesteros (35), recibieron en Brasil hasta 28 años de condena por el episodio.

La sentencia recayó sobre los brasileros Evandro Scholer (40), Regis Da Silva Lopes (41) y Alex Lima Schmitz (31). También sobre Arlindo Da Luz (52), aunque este último no llegó a recibir condena, ya que murió en agosto de 2022, es decir, dos meses antes de la resolución firmada el miércoles 5 de octubre del año pasado por la jueza Eda Salete Zanatta de Miranda, de la 9ª Vara Criminal del Tribunal de Justicia de Rio Grande Do Sul.

Tanto Da Luz como Da Silva Lopes recibieron 28 años de condena, mientras que Scholer y Lima Schmitz fueron sentenciados a 27 años. En base a la jurisprudencia de Brasil, los tres fueron autorizados a permanecer en libertad hasta tanto el fallo quede firme. Sin embargo, hasta ayer solo se encontraba en esa situación Lima Schmitz, ya que Scholer y Da Silva Lopes permanecen detenidos por otros delitos en la Penitenciaría de Máxima Seguridad de Charqueadas, a 50 kilómetros de Porto Alegre.

Después de una investigación que se prolongó por casi ocho años, que comenzó en Argentina, culminó en Brasil e incluyó horas y horas de traducción, los cuatro fueron hallados culpables del delito de “robo agravado por muerte”, estipulado en el inciso 3 del artículo 157 del Código Penal Brasilero, que prevé penas de entre 20 y 30 años.

 

Terror a orillas del Uruguay

En base a los innumerables testimonios recolectados en El Soberbio, la Justicia brasilera entendió que “no quedaron dudas en cuanto a la autoría del crimen imputado a los acusados”. Y allí, vale la pena conocer la reconstrucción realizada por las autoridades en el país vecino.

“El 2 de febrero de 2015, cerca de las 8.15, en el Banco Macro Bansud de El Soberbio, Argentina, los denunciados Alex, Arlindo, Evandro y Regis, en comunión de esfuerzos entre sí y con otros individuos no identificados, robaron alrededor de 1.500.000 pesos argentinos, una pistola calibre nueve milímetros marca Parabellum que estaba en poder de los policías argentinos, además de teléfonos celulares, cámaras y otros aparatos”, inicia el expediente, recordando además la participación de al menos otros tres delincuentes que jamás fueron identificados.

“De la dinámica de los hechos, quedó comprobado que los autores se dividieron en al menos tres grupos. La acción fue minuciosamente planeada: para la ejecución del delito, el ‘grupo 1’ llegó al banco vestido con uniformes de la Policía Militar de Brasil y con armas de fuego de grueso calibre; el ‘grupo 2’ prestó soporte logístico afuera del banco; mientras que el ‘grupo 3’ esperó en suelo brasilero para asegurar la fuga”, reconstruyeron los pesquisas.

Después, lo que trascendió hace casi ocho años. Golpes, gritos y disparos a los efectivos de la Policía de Misiones y de Gendarmería Nacional que se acercaban al edificio de la avenida San Martín ante el pedido de auxilio de los vecinos. Y en ese contexto, la ejecución de Ballesteros, quien al momento del hecho cumplía funciones dentro del banco.

Cuando los delincuentes preparaban la huida en la camioneta KIA que luego fue encontrada a orillas del río Uruguay, en Paraje Sarandí, “el policía argentino Roberto Omar Ballesteros fue alcanzado por disparos de dos armas de fuego, siendo cruelmente ejecutado por uno de los asaltantes, aun estando rendido y con la cabeza agachada”.

La jueza a cargo del caso resaltó la gravedad de aquel crimen apoyándose en el testimonio de uno de los testigos, cuyo nombre se mantiene en reserva por cuestiones obvias. “La frialdad de esa conducta llamó la atención de una de la víctimas, quien relató que ‘ese pobre muchacho murió injustamente, porque en ningún momento se resistió y ni siquiera levantó la cabeza’”.

De la investigación surge entonces que los asaltantes escaparon con dos víctimas como ‘escudo humano’ y llegaron a orillas del Uruguay, cruzaron el río e intentaron seguir la fuga por suelo brasilero, pero los cuatro ahora condenados finalmente fueron detenidos en Tiradentes do Sul, a unos 15 kilómetros de la frontera, después de que el Honda Civic en el que viajaban sufriera un desperfecto mecánico.

En ese lugar, las autoridades brasileras secuestraron un fusil, chalecos antibalas y uniformes mojados de la Policía Militar de Brasil, además de la pistola nueve milímetros robada a uno de los policías misioneros. Y entonces, todo terminó de cerrar en contra de los cuatro asaltantes, quienes a la hora de declarar ante la Justicia de Brasil se dijeron inocentes y aseguraron que nada tenían que ver con el asalto: aseguraron estar en la zona en busca de bebidas y cigarrillos de contrabando. Sin embargo, las pruebas en su contra fueron determinantes y la condena, aunque tarde, finalmente recayó sobre sus espaldas.

 

 

 

Fuente: Primera Edición

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