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Desde niña cuida a su madre porque su padre trabajaba en el monte.

15/04/2017

Julia tiene sus padres postrados y busca ayuda económica 

Julia tiene sus padres postrados y busca ayuda económica 
J

ulia González tuvo la suerte de que sus tíos, a quienes llama padres, la adoptaron cuando su madre de sangre no podía cuidarla ya que era muy joven, sin recursos y soltera.

La chica tiene hoy 22 años y sus padres del corazón son ancianos y padecen graves problemas de salud. “Hoy ellos me necesitan y yo voy a estar como ellos estuvieron toda mi vida”, dijo a El Territorio. Fue así que se decidió a pedir ayuda en la Municipalidad de Eldorado y a contar su situación por las redes sociales, confiada en que podrá lograr ayuda y muestras de solidaridad de la comunidad. Aún no recibió una respuesta del área de Acción Social de la comuna.

Ambos, Victoria (72) y Mateo (79), están postrados y los cuidados le demandan a Julia tiempo completo. Por eso debió dejar de estudiar y trabajar y pidió apoyo para poder solventar gastos de la casa, comida, pasaje y medicamentos.

Victoria tuvo su primer accidente cerebrovascular (ACV) cuando Julia aún era una beba de un año y medio. Por entonces pasó tres meses internada y volvió a casa. Un segundo episodio tuvo lugar dos años después. La afectó duramente y le dejó secuelas motrices.

En 2015 la mujer sufrió un tercer ACV, y Julia debió abandonar su último año de secundaria para quedarse a su lado y velar porque no le falte nada.

“Mi madre está postrada y con los músculos contraídos, apenas habla, pero escucha todo”, indicó la joven, que sólo cuenta con la ayuda de una vecina para relevarla en los cuidados.

Como pilar de la casa, a Julia la acompañaba su padre Mateo, jubilado, pero hace dos meses el hombre también fue víctima de un ACV y permanece internado desde el 15 de febrero, cuando tuvo la descompostura.

“En el sanatorio lo cuidan bien, pero una vez internado la situación de él empeoró. Además de las consecuencias del ACV, con los estudios vieron que estaba muy grave de la próstata y ahora le realizan estudios porque aparentemente también tiene cáncer de colon”, detalló la joven.

Con este panorama, Julia se divide en dos para contener a sus seres queridos. “Es mejor que lo tengan en el sanatorio porque está controlado, yo lo voy a ver para que no se sienta solo, pero es un gran gasto en pasajes que hago, son 300 pesos por semana sólo en colectivo”.

El único ingreso de la familia es la jubilación mínima de Mateo, pero los medicamentos, la comida, servicios y traslados se llevan casi toda la suma y no están ni cerca de llegar a fin de

mes. Julia destacó que “los únicos que colaboran son mis padrinos, pero viven y trabajan en Puerto Esperanza y les cuesta; yo agradezco mucho la ayuda que me brindan”.

Con mucha fortaleza pero con los pies sobre la tierra, Julia entiende que atraviesa con sus padres una delicada situación económica.

Su vecina la convenció para pedir colaboración por las redes sociales. Y así se conoció el esfuerzo y la fe de esta joven, que quiere retomar la escuela y estudiar enfermería. “En todo lo que me puedan ayudar, de corazón les voy a agradecer, ya sea alimentos, pasajes, leche para mi madre y pañales para adultos, porque Pami me da una bolsa, pero alcanza para quince días, y realmente estos pañales están muy caros”. El número para los que puedan ayudar es 03751 15599783.

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