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l velatorio de Diego Maradona terminó abruptamente y en medio del caos después de incidentes entre la Policía y parte de los fanáticos que se acercaron hasta Casa Rosada para darle el último adiós al ídolo. Según estaba previsto, ante la impaciencia de la gente por ingresar a la capilla ardiente la ceremonia se había extendido hasta las siete de la tarde. Sin embargo, los disturbios dentro de la sede gubernamental y en los alrededores obligaron a finalizar la procesión.
Los incidentes comenzaron pasadas las 14 en la intersección de la Avenida de Mayo y Bernardo de Irigoyen, donde la policía cortó el ingreso principal a la Casa de Gobierno. Muchas personas que aguardaban su turno para pasar, se enfurecieron al saber que no iban a poder hacerlo y empezaron a atacar a los uniformados e intentaron pasar por la fuerza.
El enfrentamiento se extendió a varias cuadras. La infantería despejó Avenida de Mayo y la 9 de Julio con un camión hidrante, gases lacrimógenos y balas de goma. Algunos violentos respondieron arrojando piedras y botellas.
En medio del descontrol, una cámara tomó el momento en que uno de los concurrentes golpeó a un efectivo de la policía motorizada. En las imágenes transmitidas por C5N, se observa al agresor acercándose al uniformado por detrás para luego propinarle una patada con la suela de su calzado. La acción le hizo perder el equilibrio al agente, que cayó junto con el rodado. De inmediato, el agresor se alejó del lugar corriendo.
Como se preveía, el velatorio convocó a una multitud que se acercó hasta Balcarce 50 para despedir al Diez. Las puertas de la Casa Rosada se abrieron poco después de las 6 de la mañana y desde entonces los admiradores se agolparon para poder ingresar al Salón de los Patriotas Latinoamericanos.
En un primer momento, se había establecido que la ceremonia iba a finalizar a las 16.30 de esta tarde. Sin embargo y dada la gran cantidad de gente que esperaba en la fila para acceder al punto donde se encontraba el féretro, el presidente Alberto Fernández intervino, habló con las hijas de Maradona y la familia autorizó extenderla hasta las 19.
Pese ello, la desesperación de los fanáticos no cesó y muchos de ellos empezaron a trepar rejas y tirar vallas. Algunos lograron ingresar al Patio de las Palmeras, lo cual derivó en forcejeos con personal de Seguridad, heridos, gas pimienta que inundó gran parte del recinto y la familia del astro asustada. La invasión obligó a cambiar de lugar el féretro y llevarlo a un sector más seguro. También debido a la situación, la vicepresidenta Cristina Kirchner debió refugiarse en el ministerio del Interior.
En este marco de descontrol, Alberto Fernández, en compañía del jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, se asomó por el balcón de la Rosada para pedirle calma a la gente que estaba concentrada en la Plaza de Mayo.
