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as inundaciones en el estado brasileño de Rio Grande do Sul dejaron al menos 255 muertos, mientras que el número de desaparecidos se estableció en 94 hasta el momento. Las fuertes lluvias de las últimas semanas han afectado a más de 2.3 millones de personas en 461 de los 497 municipios de Rio Grande do Sul. El desastre, la mayor tragedia climática de la historia del estado, también ha dejado más de 540.000 personas sin hogar y 806 heridas, según datos de la Defensa Civil estatal.
En la mañana del martes RADIO STOP dialogó con Braian Rojas un posadeño que por cuestiones laborales está radicado hace dos meses en Porto Alegre y padece la tragedia ambiental. "En este estado no es de llover y la primer semana de mayo lluvió en un día 200 milímetros. Se provocaron inundaciones afectando a más de 15 millones de personas. Hace cuatro días paró la lluvia y hoy es el primer día con sol, lo que generó un poco de alegría dentro de tanta tristeza".
"Hay mucho barro, se hallaron cadáveres la situación es escalofriante. Hay refugios algunos con 100 y otras con más de 500 personas, actualmente estoy en un refugio de la Iglesia Católica porque tuve que desalojar mi hogar, el agua cubrió el primer piso, tuvimos que ser traídos en lancha al refugio que es para inmigrantes".
Con respecto a su situación laboral en la que prestaba servicios sostuvo "tenía un contrato parcial de 3 meses, la empresa se inundó y por ser nuevo decidieron no continuar con mi admisión para mantener a los empelados antiguos".
El joven Misionero quien se encuentra en compaía con un amigo Fabián Sánchez destacó la amabilidad de los ciudadanos brasileños a los que los considera como hermanos. "El apoyo y atención que nos brindan es muy bueno".
Ante la situación angustiante declaró que en los primeros días de la tragedia padeció situaciones extremas por falta de comunicación con sus familiares tanto de Eldorado como Posadas.
En referencia al actual panorama del lugar donde se encuentra comentó "el agua bajó una cuadra, hay tiendas que se están limpiando. Hay mucho barro, hubieron pérdidas millonarioas pero la gente tiene fe en salir adelante. La terminal y el aeropuerto de Puerto ALegre están cerrados por lo que no hay manera de salir o ingresar. Hay fecha para octubre masomenos para que el aeropuerto vuelva a funcionar".
En cuanto al pronóstico indicó que hay estimaciones de lluvia para los próximos días.
Según indicó el gobernador Eduardo Leite el estado de Rio Grande do Sul perdería 14.000 millones de reales, el equivalente a unos 2.743 millones de dólares, en ingresos debido a las inundaciones.
INNUMERABLES PÉRDIDAS PRODUCTIVAS
“La tragedia que enfrentamos es inenarrable, un desastre ecológico y humano que marcará nuestras vidas para siempre. Miles de personas han perdido sus hogares, sus medios de vida y enfrentamos una situación logística comprometida que dificulta incluso la entrega de ayuda básica”, señaló Gedeao Pereira, presidente de Federación de Agricultura del Estado de Rio Grande del Sur (Farsul).
La magnitud de la catástrofe se hace evidente “en los puentes destruidos y las carreteras desaparecidas bajo las inundaciones”. La región, conocida por ser un centro industrial y de producción agropecuaria, “está paralizada por la tragedia, con consecuencias que se extienden a lo largo y ancho” del estado, explicó Pereira. Agrega que “las lluvias no dan tregua, el río sigue creciendo y la situación empeora día a día. Pero no estamos solos en esta lucha. Tanto el gobierno estatal como Defensa Civil están desplegando esfuerzos sin descanso para brindar apoyo a los afectados”.
“Hay unas 500.000 personas con sus casas bajo el agua, principalmente en Porto Alegre, una ciudad que tiene casi 4 millones de habitantes. Tenemos la logística muy muy comprometida, en un punto del país que es centro de distribución de muchos productos industriales y del agro. Estamos prácticamente sin acceso a Porto Alegre por la ruta que viene del sur, que es la más usada por los argentinos que van a Santa Catarina. Los puentes están interrumpidos, porque el agua cubre las dos grandes rutas de acceso. También tenemos problemas con las comunicaciones. Hoy hay unos 40 helicópteros que sobrevuelan la zona a diario para llevar suministros a la gente. Estamos viviendo una situación muy difícil”, describió el titular de Farsul.
En cuanto a la cuestión climática, esencial por estas horas, Gedeao Pereira adelantó que “el Instituto Nacional de Meteorología del Brasil indicó que, lejos de cesar la lluvia, habrá más precipitaciones, por lo que está volviendo a crecer el río”
“Hoy por hoy la cota del lago Guaíba vuelve a subir. Tuvimos un máximo de 5,33 metros, superando la mayor creciente que hubo en la historia, que fue 4,71 metros. Luego, bajó y se ubicó en 4,25 metros, pero por las lluvias, volvió a crecer mucho”
Gedeao Pereira detalló que “a diario escuchamos relatos desgarradores de quienes han perdido todo: pequeños comercios, industrias locales y miles de personas cuyos hogares han quedado sepultados bajo el agua, dejando a su paso desolación”. Y agregó: “estamos trabajando incansablemente para salvar vidas y reconstruir lo que hemos perdido. Pero el camino hacia la recuperación será largo y costoso. Necesitaremos recursos significativos para reconstruir nuestra infraestructura y restablecer la normalidad en nuestra región”.
La situación afecta no solo a los habitantes de las zonas urbanas de Rio Grande do Sul, sino también al sector agrícola, uno de los pilares de la economía brasileña. Las pérdidas en la producción de granos y la devastación de cultivos representan un golpe duro para el país, que es uno de los principales exportadores de productos agropecuarios del mundo.
“Son millones de dólares y varios años los que vamos a necesitar para reconstruir todo lo perdido en Rio Grande do Sul” por la catástrofe. “Las pérdidas en el agro son devastadoras: hay agricultores que tienen sus campos inundados, perdieron todos sus cultivos, y a las maquinarias las arrastró el agua. Conozco el caso de un productor a quien le quedaron doce tractores bajo el agua, la corriente hídrica se le llevó un silo y un galpón y su casa ni siquiera se ven, tapados por el agua”, relató a Chacra TV el dirigente agropecuario brasileño.
Brasil es considerada hoy la novena mayor economía del mundo, y en parte, es por el agronegocio brasileño, que es uno de los más importantes del mundo. “Somos la tercera mayor agricultura del mundo. Somos los mayores exportadores líquidos netos de productos hacia el mundo”, destaca el titular de Fasul.
Según datos del Instituto Brasileiro de Geografía y Estadística (IBGE), la producción agrícola nacional va a sufrir este año una caída de entre el 5% y 7%, con un volumen total cercano a las 315 millones de toneladas.
En 2023, aún con la profunda sequía que vivieron la Argentina, Uruguay y el estado de Rio Grande do Sul, Brasil obtuvo una cosecha récord de 314 millones de toneladas. Y este año, según las previsiones del IBGE caería 298 millones de toneladas por las lluvias que están provocando muchos daños en el sur del país, entre otros factores.
Gedeao Pereira asegura que “para este año esperábamos una cosecha de soja de 22 millones de toneladas en Río Grande do Sul, pero ahora no se sabe lo que realmente va a ocurrir. Las primeras estimaciones indican que vamos a tener una pérdida de más de 5 millones de toneladas” de la oleaginosa.
Cuando comenzaron las lluvias se había cosechado el 75% de la soja sembrada en ese estado sureño de Brasil. Del 25% que quedó sin levantar, una parte se perderá por la excesiva humedad, y la otra tendrá rindes menores a los esperados”, explicó Pereira.
El titular de Farsul recordó, por otra parte, que mientras esto sucede en el sur, en el centro oeste del país, los campos agrícolas y ganaderos están padeciendo sequía.
Rio Grande do Sul es uno de los mayores productores de carne de pollo y cerdo de Brasil, con el 11% y el 20% del total nacional, respectivamente, según la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA).
Brasil es el primer exportador mundial de carne aviar y el cuarto de carne porcina. En ese contexto, la industria frigorífica ha reducido en algunos casos, y paralizado en otros, la faena de aves y cerdos, ya sea por daños en las instalaciones o por falta de animales. En el caso de los frigoríficos que faenan pollos, los afectados inicialmente fueron doce; mientras que los de porcinos, fueron cinco. La solidaridad de la comunidad nacional e internacional es fundamental en estos momentos difíciles. Agradecemos el apoyo recibido y continuaremos trabajando incansablemente para superar esta tragedia y reconstruir nuestras vidas”, concluyó Pereira.
