El jefe de la policía del lugar, Swapan Sharma, indicó que el padre “lo llevó cerca de un canal seco, lo golpeó con fuerza y lo ató a un árbol. Finalmente le cortó las manos. Los vecinos alertaron y fuimos rápidamente al lugar. Lo recogimos, sus manos también, y lo llevamos al hospital”.
El atacante es un trabajador de una fábrica de ladrillos, que huyó tras la agresión y ahora acusado de intento de homicidio.
En abril del 2014, la madre de la niña encontró supuestamente al acusado abusando del bebé. La policía lo encausó por violación y el adolescente fue trasladado a un correccional juvenil a la espera del proceso.
India posee el triste récord de ataques sexuales, país donde el sistema judicial es lento y a menudo corrupto, y a veces se producen ajustes de cuentas personales contra los violadores.
En 2012, la violación en grupo de una estudiante en un autobús en Nueva Delhi desató una ola de indignación y de protestas en la calle contra la violencia de género.