rascendidos indican que el caso en principio se tomó como una broma de mal gusto entre los compañeros de trabajo.
Se sospecha que entre los propios compañeros habrían disputas personales, en princiio deportivas y hasta incluso sentimentales. El domingo luego del horario de visitas se realizó una requisa en los pabellones sin resultado.
El lunes se recibieron llamados anónimos del lugar donde se encontrarían las armas. Se informó "que estaban enterradas" de inmediato comenzó un operativo de búsqueda realizándose varias excavaciones, todas sin resultado alguno. Lo concreto es que hasta el dia de la fecha siguen sin aparecer las armas con sus respectivos cargadores.
Se inició un sumario administrativo a cargo del Juzgado de Instrucción Número Dos.