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ran susto se lleva un matrimonio que recorría el Parque Nacional Iguazú, acompañados por sus hijos de 12 y 18 años, cuando de repente un puma se apareció y estuvo a solo un metro de distancia.
Tras verlo los turistas se paralizan, pero al recordar las indicaciones que les dieron los guardaparques por si esto sucediera, comenzaron a gritar, movieron los brazos haciendo todo para espantar al felino, aunque lejos de irse se quedó agazapado.
Uno de los integrantes de la familia Walter Goncalves le tira un palo, tras el ruido el animal se asustó y siguió su camino.
La familia, que había llegado el martes pasado a Iguazú, estaban 800 metros monte adentro. Tras espantar al puma, volvieron caminando lentamente, con todo el temor de ser atacados.
“Habremos estado un minuto así, con el puma frente a nosotros”, indicó. “Esta es al primera y última vez que venimos a Iguazú y a Misiones, mi hija -de 18 años- quedó muy mal, no quiere saber nada del monte, y nosotros tampoco”, manifestó el hombre recordando lo vivido en la jornada de ayer.
Tras salir de la situación, hicieron una presentación ante la Administración de Parques Nacionales. Piden que se cierre el sendero que, al igual que los circuitos y Garganta del Diablo, aparece en la folletería y web, pero no cuenta con postas de ayuda o guardaparques que puedan actuar ante estas situaciones.