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a oficina del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, le dio ingreso oficial a una denuncia cuyos principales párrafos aquí transcribiremos de manera exclusiva, bajo la firma y la responsabilidad del presidente del Consejo Federal e integrante de la Junta Interventora, Pablo Toviggino.
Antes de darle ingreso a esta grave denuncia, la Secretaría General de la FIFA se vio sorprendida al recibir una carpeta con antecedentes vinculados a la vida privada y pública del denunciante. Los principales cargos “imputados” contra Toviggino, realizados por parte de un alto funcionario del Gobierno argentino vinculado con el fútbol, son su afiliación al Partido Justicialista, su militancia política en nuestra provincia, incesante recorrido por todo el país y una supuesta conspiración contra el éxito en la gestión de la Junta Interventora. El directivo de la Junta realizó un “informe de gestión” del órgano que integra en “cumplimiento del deber de lealtad establecido en el Código de Ética” de la FIFA. Tras la presentación de esta denuncia que fue extractada para facilitar la esencia de su entendimiento, los altos funcionarios de FIFA, que la fueron considerando punto por punto, tomaron contacto con el denunciante y con otras autoridades.
Antes de ello, obtuvieron por parte de Toviggino las explicaciones respecto de “por qué había tardado seis meses en formular tan grave denuncia”. La respuesta del dirigente argentino fue que cada uno de los pasos de la gestión fueron mereciendo comentarios con los demás miembro de la Junta Interventora, quienes siempre prometieron “poner inmediatamente en marcha” las gestiones que permanecieron en el tiempo con absoluta inactividad, mientras ponían el foco en cuestiones no encomendadas a sus tareas específicas. Los altos dirigentes de la FIFA prometieron dar curso inmediato y prioritario a esta delicada cuestión, poniendo en autos de manera fáctica al presidente de la institución, Gianni Infantino. Evidentemente, eso ocurrió.
