egún testimonios de Mercedes B., “los chicos están con la abuela del corazón. Los niños recibieron contención y ayuda.
A través de la convivencia diaria “veía que Maxi tomaba alcohol pero Paulina nunca contó que era golpeada, ya que él no le dejaba hablar con nadie. Cuando la invito a la charla del CEPROMU (Centro provincial de la mujer) me dijo que sí iba a ver también había comenzado a asistir en un centro religioso.
Ella (por la víctima fatal Paulina) reconoció en un encuentro del CEPROMU que él siempre le prohibió hasta su forma de vestirse” cuando afirmó que Paulina dijo “Ah si eso siempre pasa”.
Otros relatos de vecinos cercanos a la vivienda: “Cuando llegó el patrullero él salió a correr con el machete, por eso ningún vecino se metió porque le tenían miedo. Los vecinos tiraban piedras, silbaban para que Maxi pare de maltratarla.
Gracias a mi grito dijo Mercedes B., no mató a sus cuatro hijos. Escuché los gritos desgarradores de Paulina hasta el ruido de los machetazos sobre el cuerpo de Paulina. (El episodio ocurrió alrededor de las 22:30 casi 23 horas de la noche del lunes) le destrozó a su señora. La envolvió con una frazada. Al no conformarse con los 60 machetazos la acuchilló en el corazón en la espalda. Él tenía intención de matar a sus hijos”.
“El se hacía del loco”:
Maxi B., decía que “tres hombres iban a venir a matar a su familia y que iban a quemar su casa pero era solo un invento de él", culminó la vecina.