l gremialista Pablo Achingo fue asesinado en la madrugada del miércoles y mientras la investigación para dar con los autores del hecho continúa, sus familiares claman para que el crimen sea resuelto.
Minutos después de las 9 de este jueves, el cortejo fúnebre partió desde una casa velatoria ubicada en Lavalle y Japón con los restos mortales de Achingo. La caravana arribó minutos después al cementerio de la chacra 60 donde lo esperaban más familiares y amigos que se acercaron para darle el último adiós. “Seguro se van a tejer un montón de conjeturas pero yo les doy fe de que Pablo no tenía enemigos ni conflictos con nadie”, aseguró el dirigente Héctor Benigno Gómez, amigo personal y compañero de tareas del fallecido.