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Hace exactamente un mes, José López era detenido en el convento Nuestra Señora del Rosario de Fátima, en General Rodríguez, mientras intentaba ocultar 9 millones de dólares distribuidos en bolsos. Alojado en el penal de Ezeiza, el ex secretario de Obras Públicas permanece en el Hospital Penitenciario Central, donde si bien los estudios no señalan nada extraño, sí se detectaron comportamientos llamativos.
Según informó el diario La Nación, el ex funcionario de la gestión de Cristina Kirchner “se para desnudo en una zona donde hay cámaras y se pone a bailar y a cantar”. De todos modos, los sucesivos análisis médicos y psiquiátricos que le realizaron desde que fue detenido determinaron que no tiene ningún problema médico. Y confirmaron, además, que López se encuentra apto para declarar.
Por eso, en el pabellón Prisma, el sector de atención psiquiátrica y adicciones, creen que muchos de los comportamientos pueden ser parte de una actuación, ya que luego se manifiesta de manera correcta, habla con coherencia y recibe la visita de su esposa, María Amalia Díaz, a quien ayer el fiscal de la causa, Federico Delgado, pidió que se cite a declaración indagatoria para investigar si fue cómplice del delito de enriquecimiento ilícito.
“También pide por (José) Alperovich”, relataron. Se trata del ex gobernador de la provincia de Tucumán, donde nació López, y donde intentó ser gobernador, sin éxito, el año pasado. Esta mañana, el juezDaniel Rafecas podría tomarle declaración testimonial a los cuatro efectivos de la Policía bonaerense que lo detuvieron en el convento de General Rodríguez tras haber sido alertados por un vecino en la fría madrugada del 14 de junio pasado.
Uno de los primeros datos que surgió en la investigación fue un supuesto diálogo entre la hermana Alba y López aquella madrugada. “Dijo que traía el dinero porque sabía que no pudimos terminar las obras”, relató la madre en ese entonces. Hoy, todo está en duda: ayer, Delgado también pidió que se cite a indagatoria a una de las monjas, Celia Aparicio, por haber colaborado con López cuando arribó con los bolsos al convento.
De todos modos, sí es cierto que en el monasterio la administración K tenía previsto realizar obras por $510.559, que incluían la construcción de la vivienda para el capellán, pintura y “refacciones varias en el monasterio de las monjas orantes y penitentes de Nuestra Señora del Rosario de Fátima”.
El proyecto está fechado el 8 de octubre de 2007, cuando Néstor Kirchnerse encontraba en el tramo final de su gobierno. En dólares, medido con la cotización de aquel entonces, el proyecto era de unos $160 mil dólares. La nota pertenecía al Ministerio de Planificación, en manos de Julio De Vido.
Ese viejo documento, hallado en una computadora del Ministerio del Interior, corroboraría la afinada relación entre De Vido y López con “Monseñor K”, Rubén Di Monte, el ex arzobispo de Mercedes que vivió desde 2007 en el convento y que falleció meses atrás. Era, además, una suerte de confidente de López y De Vido.
