l primer duelo de la final de la Copa Libertadores desarrollado en Quito se presentó con el milagroso Independiente del Valle y el sospechoso Atlético Nacional de Medellín. Uno de losparticipantes más débiles del certamen se enfrentó con el mejor equipo del torneo, aunque lasconstantes polémicas que jugaron a su favor fueron argumentos suficientes para sospechar del conjunto visitante.
La altura, los fuegos artificiales y las 40.000 personas que poblaron el estadio Olímpico Atahualpa no intimidaron a los comandados por Reinaldo Rueda. El planteo inteligente del entrenador, junto con la extraordinaria producción colectiva llevaron a los colombianos a ponerse en ventaja. Fue la acción individual de Orlando Berrío la que marcó la diferencia, dado que el atacante se sacó de encima a dos marcasy sorprendió a Librado Azcona con un remate rasante: 1 a 0.
El golpe afectó el estado anímico de los dueños de casa. Del mismo modo que contra Boca, los ecuatorianos comenzaron la serie en desventaja. La posibilidad de revertir el marcador dependía de la velocidad de sus puntas.
En el complemento el elenco de Pablo Repetto tuvo la obligación de tener mayor protagonismo, pero como sus facultades se basan en los contragolpes, la escasez de ideas en ofensiva facilitó la tarea de Franco Armani.
Una jugada que perteneció a otro contexto derivó en el empate. Un centro frontal y la dubitativa salida del arquero argentino le dieron la posibilidad a Arturo Mina de sellar el 1 a 1.
A pesar de la igualdad, las limitaciones de Independiente del Valle le dejó el camino libre a Atlético Nacional. El conjunto que se mantiene invicto en condición de local tiene todo dado para levantar su segunda Copa Libertadores. El "verdolaga" quiere organizar su fiesta para gritar campeón y ponerle punto final al Valle de los milagros.