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El dato surge de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa tras una muestra de 465 ciudades del territorio nacional.

12/06/2017

Eldorado en el puesto 14 de las ciudades con más puestos de venta ilegal del país

Eldorado en el puesto 14 de las ciudades con más puestos de venta ilegal del país
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egún la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came) Eldorado está dentro de las 15 ciudades con más puestos de venta ilegal del país. Se encuentra en el puesto 14.

El informe devela que la Ciudad de Buenos Aires, el partido de Lomas de Zamora, San Salvador de Jujuy, La Matanza, La Plata y Florencio Varela fueron en mayo las seis localidades del país con mayor cantidad de vendedores ilegales. Para la Cámara Argentina de la Mediana Empresa en el municipio misionero existen 1.200 puestos de este tipo.

El comercio irregular ascendió a $5.958 millones en mayo de 2017. El dato corresponde a una muestra de 465 ciudades del territorio nacional. Allí se encontraron 110 localidades con formatos tipo “saladitas”. En los últimos nueve meses hubo mucho desplazamiento de vendedores clandestinos hacia el interior del país.

El comercio ilegal sigue abrumando al país. En mayo se detectaron 86.728 puestos irregulares entre saladitas y manteros en la vía pública en 465 ciudades relevadas, con ventas en el mes por $5.958 millones, que a precios actuales equivaldrían a $71.500 millones anuales.

Se encontraron en total 662 saladitas en 110 localidades, 6 más que en la última medición (agosto 2016), mientras que la cantidad de vendedores informales (manteros y en saladitas) cayó 2,3% en ese periodo, pero con un movimiento particular: por el incremento de los alquileres de las tiendas en ferias y los mayores controles en la vía pública, en las ciudades que tienen esos formatos de venta, muchos puesteros se desplazaron a lugares donde había menos presencia de comercio antirreglamentario. Además, algunas saladitas se formalizaron.

Así surge del último relevamiento de CAME en 465 ciudades de las 24 jurisdicciones, donde se identificó que:

La cantidad de puestos en saladitas creció 1% en 9 meses, alcanzando los 62.312  vendedores, 591 más que en el mismo lapso. En esos predios hubo efectos contrapuestos: por un lado, tanto en CABA como en otras provincias, los gobiernos locales y las cámaras de comercio trabajaron conjuntamente en trasladar los manteros a las ferias para desalojar las calles. Pero al mismo tiempo, otros se fueron a las calles por el incremento de los alquileres de los puestos en un contexto de caída de consumo, y evitaron las localidades donde recientemente se incrementaron los controles.

En la vía pública, en las ciudades con saladitas, donde solían ubicarse la mayor parte de los manteros, la cantidad de estos cayó 35,1%. De 20.920 vendedores en agosto de 2016 se pasó a 13.576 en mayo 2017, es decir, 7.344 menos. El 22% de esa baja ocurrió en CABA (especialmente en Once y en la Av. Avellaneda). En cambio, en las localidades sin saladitas, el número de manteros creció de 6.150 en agosto 2016 a 10.840 en mayo pasado. En total, en las 465 urbes relevadas se encontraron 24.416 de estos comerciantes ilegítimos.

Los 63.312 puestos en saladitas vendieron $4.262 millones en el mes, mientras que los 24.416 manteros realizaron transacciones por $1.656 millones en mayo. Si se proyecta eso a 12 meses, daría un monto anual en negocio ilegal por $71.500 millones, una cifra realmente impactante por su magnitud y crecimiento.

La suma no sólo significa un enorme perjuicio para el comercio formal, sino también para las arcas del Estado, que sólo por IVA, se pierde de recaudar casi $15.015 millones al año. A eso hay que agregarle el resto de los impuestos nacionales y locales que paga cualquier comercio.

En la cantidad de vendedores sondeados, no se computa el hecho de que muchos puestos son compartidos por dos o tres personas.

 

Penetración de la ilegalidad

En promedio, en las ciudades con saladitas se registró en mayo 1 puesto de venta ilegal cada 291 habitantes, registrándose una leve mejora frente a agosto pasado, cuando la penetración del comercio clandestino era de 1 puesto cada 263 personas. Sin embargo, hay localidades del país donde la venta irregular es tan invasiva que se verifica un mantero cada 23 habitantes. Se trata especialmente de los centros con perfil más turístico o fronterizo a países de alto contrabando.

Según el indicador de penetración del comercio informal que elabora CAME, donde se mide la cantidad de habitantes por puesto de venta ilegal en cada lugar, en mayo 2017 la peor situación ocurrió en Mina Clavero. La localidad cordobesa registró, en promedio, 1 puesto irregular cada 23 personas. Al ser una urbe pequeña en cantidad de habitantes (tiene 7.500) pero que recibe gran flujo turístico en estas épocas, los comerciantes clandestinos encuentran una buena plaza de venta, y se instalan mayormente en alguna de las saladitas de la ciudad.

La segunda más afectada fue el departamento de Río Hondo, en Santiago del Estero, con 1 puesto ilícito cada 26 habitantes. La venta irregular subió mucho allí, y en el caso de los manteros muchos se mueven bajo la coordinación de jefes. Al ser muy turístico, estos mercaderes encontraron un buen punto para comerciar.

El indicador de penetración de la ilegalidad da una dimensión más cercana del impacto que causa en cada ciudad la venta informal.

 

El reclamo por mayores controles

En el 74,4% de las 455 ciudades encuestadas, los centros comerciales, federaciones o cámaras de comercio e industria consultados sostuvieron que los controles a la venta informal son ‘insuficientes’ o ‘muy insuficientes’. Frente a la medición de agosto, menos municipios consideraron que las inspecciones no alcanzan, ya que en muchas se comenzaron a instrumentar medidas para ordenar el comercio antirreglamentario.

La actual crisis económica produjo dos efectos: Inicialmente un aumento muy importante en la venta ilegítima, y en el último año, con muchos negocios cerrando sus puertas (se estima que más de 6.000 en todo el país) y un consumo que continúa en baja.

Las autoridades municipales, provinciales y la AFIP de diversas ciudades comenzaron a incrementar los controles, eso derivó en el desplazamiento del comercio informal en algunos casos y en su regularización en otros. En mayo, el 74,4% de las localidades relevadas señalaron que las supervisiones que se aplican en el municipio son “insuficientes o muy insuficientes”, reduciéndose en 5,0% el número de ciudades que responden de esa forma. De todos modos, la percepción de que no hay inspecciones es todavía muy alta. Esto ocurre tanto en las urbes con saladitas como en aquellas que no tienen ese formato de comercio, pero donde la modalidad de comercio irregular como manteros, vendedores ambulantes, venta domiciliaria o por redes sociales, viene creciendo.

Sólo el 25,6% de las ciudades sondeadas sostienen que los controles que se aplican son “suficientes o satisfactorios”, generando condiciones de mercado más transparentes y saludables.

 

Características del relevamiento de mayo 2017

El estudio de CAME se realizó durante todo el mes de mayo en las 23 provincias argentinas con sus principales distritos comerciales y la Ciudad de Buenos Aires. Se cubrieron en total 465 ciudades, que concentran el 78% de la población del país. De esas localidades encuestadas se detectaron saladitas en 110 puntos.

Es muy posible que sean sustancialmente más los lugares donde hay estas ferias que las 110 encontradas por CAME y lo mismo con las 465 urbes relevadas con manteros.

Lo mismo sucede con los centros que cuentan con ferias artesanales que combinan artículos hechos a manos con reventa de productos típicos de saladitas. En esos casos, solo se las incluyeron como saladitas cuando se pudo identificar que más del 50% del expendio responde a ese tipo de productos.

Hay muchas metrópolis del país donde, si bien no hay ferias ni manteros, abundan los vendedores ambulantes o a domicilio, etc. Esas ventas no fueron incluidas dentro de este informe.

En algunas localidades no hay saladitas tal como se las conoce, pero sí se está expandiendo un formato similar que son locales que agrupan dentro -en forma disimulada- vendedores de todo tipo. Esta es una forma encontrada sobre todo en distritos que impidieron la instalación de esos predios. En este caso, solo se consideraron aquellas ciudades donde esos locales tienen una dimensión grande y se pudieron identificar los vendedores dentro.

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