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16/11/2022

Wanda Nara: todos sus secretos de belleza

Wanda Nara: todos sus secretos de belleza
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u imagen mediática y el imán que genera en el público su vida personal, muchas veces convulsionada y controvertida, y otras veces más apacible y cercana —cuando se muestra en las redes sociales junto a sus cinco hijos—, deja en un plano menos explorado por los flashes un interesante perfil de esta mujer nacida en un barrio bonaerense: el de empresaria.

Wanda Nara exploró la veta de representante en el mundo del fútbol con su último esposo, Mauro Icardi, a quien le negoció sus contratos en el Inter de Italia, en el París Saint-Germain y en su último club, el Galatasaray S.K., de Turquía. Pero, además, tiene desde hace varios años su propia marca personal de cosméticos con sede en Milán, Wanda Nara Cosmetics, y en mayo de 2021, lanzó su empresa en Argentina, primero con venta online, y luego sumó un local en la ciudad de Buenos Aires.

En el diálogo telefónico que mantuvo con Infobae, se la escucha agitada. Aclara que está caminando en la cinta. Mientras, relata detalles de su perfil empresarial, su amor por el maquillaje, el detrás de escena de la creación de la empresa Wanda Cosmetics en Argentina y cómo decidió apostar por el país, aún con algunas opiniones en contra. Habla de su obsesión por estar detrás de cada producto que elige vender, cuánto aprecia el diálogo con sus clientas, qué lugar ocupa la belleza en su vida cotidiana y cómo acepta los cambios en su cuerpo.

—¿Cómo fue que decidiste crear tu propia marca de maquillajes?

Hace muchos años, yo tenía mi marca de maquillaje en Milán, Wanda Nara Cosmetics. Fabricaba, producía y vendía en Europa online y mi hermana tenía su marca en Argentina. Quizás un poco por todo lo que se genera, o todo lo que uno escucha en el país, me daba un poco de miedo, pero después dije ‘me gustaría crear una marca mía en Argentina, pero no quisiera que pierda calidad’. Soy muy exigente con los envases, con los productos, con que la calidad sea buena. Quería que se produjera, obviamente, en Argentina.

Me pasaba que había mucha gente argentina que me compraba y pagaba más por el envío desde Milán que por los productos y, bueno, mi hermana me ayudó, me abrió las puertas, me presento a toda la gente que trabajaba para ella y así fue como tuvimos un montón de reuniones. Después nos agarró la pandemia y me sorprendí gratamente porque pude en Argentina lograr los envases que yo quería, pude lograr la calidad que yo quería, las texturas, en fin, una calidad de primer nivel y con precios que son bastante accesibles. El resultado final es el éxito de la empresa. Logré trasladar lo que hacía en Europa a mi país, que es lo que más orgullo me da y era como un sueño. Yo pensaba que al estar lejos iba a ser imposible tener mi empresa en Argentina. Además, esto también es una excusa para viajar mucho más seguido a mi país para estar, para ocuparme. Me ocupo desde el inicio hasta el final de todo, elijo los envases, el producto, el aroma, el color, la textura.

—¿Cuál es la visión de la marca?

Tenemos la misma fábrica con Zaira, pero las nuestras son empresas con diferentes ideas, porque cada una plasma lo que busca, lo que quiere y, si bien somos muy diferentes en un montón de cosas, las dos somos muy detallistas y buscamos siempre la excelencia, sobre todo en lo que queremos comunicar y vender y especialmente en una marca de maquillajes que lleva nuestro nombre y en un punto nos representa.

—¿Qué es lo más difícil de emprender?

Lo más difícil de emprender son los miedos. Uno escucha que hay gente que te dice ‘no, en Argentina no se puede’, pero la verdad es que en Argentina hay mucha gente con ganas de trabajar, hay muchas posibilidades que te da el país y yo siempre lo tuve en la cabeza, por más que hubiera fracasado lo hubiera intentado una y mil veces porque es mi país y porque estoy mucho más feliz apostando, invirtiendo en mi país, así me vaya mal o bien porque creo que es una manera de colaborar y de ayudar a generar fuentes de trabajo. Sobre todo hay mucho talento en Argentina. Yo estoy muy contenta con el team de Wanda Nara Cosmetics, hay mucha gente que trabaja con tanto amor con tantos sueños porque nos vamos planteando metas a corto y a largo plazo, muy conscientes de lo que podemos lograr y lo que no y estoy muy orgullosa de esta empresa que formamos.

—¿A quien le pedís consejos cuando no sabes qué decisión empresarial tomar?

Los consejos, obviamente, se los pido a mi hermana y ella a mí. Muchas veces, cuando había un producto que no llegaba en tiempo, sobre todo en la pandemia, era ella la que me ayudaba y me decía ‘no, confiá’, se probaba el producto, hacíamos videollamadas. Nos mirábamos, nos probamos las dos las texturas, estamos las dos muy al tanto de lo que va a lanzar cada una y de la línea y de lo que vamos a hacer.

—¿Cuáles son tus maquillajes infaltables?

Creo que cada producto que hay en mi marca me representa de principio a fin. Representa mi personalidad, mi vida y todo lo que conocí, lo que recorrí, los viajes. Soy un amante de los maquillajes, de la belleza. Mis amigas se me matan de risa porque si llevo tres valijas, dos valijas son de neceser. Llevo cremas y productos, me gusta probar, si veo que sale un producto nuevo, lo compro porque lo quiero probar, porque quiero ver qué tiene, los ingredientes que utilizaron, y de esa forma todo el tiempo aportar ideas y modificaciones.

Estuvimos en una feria muy grande que hicieron en Italia de belleza y nos llevamos una grata emoción porque fuimos como muy humildes, representando a la Argentina con Wanda Nara Cosmetic a ver cómo era esta feria, que es una de las más grandes del mundo, me reuní ahí con todo el equipo. Llegamos pensando a ver qué hay, nos preguntábamos qué lejos estamos de lo que están haciendo y nos llevamos una grata sorpresa porque en nuestro país se encuentran los envases de la misma calidad, las terminaciones, los productos. Nos quedamos muy contentos y con ganas de participar en este tipo de ferias el año que viene, porque estamos muy avanzados y te diría que en algunos productos nos sentimos hasta superiores y nos llenó de orgullo.

"Soy muy exigente con los envases, con los productos, con que la calidad sea buena. Quería que se produjera, obviamente, en Argentina"

—¿Cuáles son tus maquillajes infaltables?

De mis productos infaltables, la máscara de pestañas es espectacular. A mí no me gusta usar pestañas postizas, si bien a veces por mi trabajo, sobre todo si se hace teatro o tele o las modelos, muchas veces usan porque de lejos o en cámara queda bien, pero a mí me molesta el pegote de la pestaña postiza. Es una máscara de pestañas que hace el efecto de pestaña postiza, te agranda mucho más los ojos, es súper duradera, funciona un montón, se llama París y es uno de los productos más vendidos, es realmente muy muy buena. Y en lo particular a mí también me encantan los correctores, los combino a los dos, tenemos dos tonalidades por ahora y me gustan mucho.

—¿Cuánto te preocupa el cuerpo y la imagen?

Mi relación con el cuerpo y con la imagen es como la de cualquier persona. Me interesa y me gusta verme bien, pero también soy consciente de que fui mamá y llevé cinco embarazos y tengo cambios hormonales y del cuerpo que son naturales. Tengo un montón de cambios hormonales, viajó mucho en avión, entonces suelo tener retención y lucho siempre con eso. Trato de cuidarme lo más posible, pero no me privo de —si me gusta— comerme una pizza o un plato de pasta o esas cosas.

No, no vivo estresada con la alimentación, nunca lo hice. Como cualquier mujer, la verdad es que me interesa, pero no lo vivo tan estresada. Es normal verme vestida en jogging, como me caracteriza, y zapatillas, ese es mi look habitual. No vivo ciento por ciento producida, lo uso por una cuestión laboral o para la imagen de los medios.

"Me daba un poco de miedo, pero después dije ‘me gustaría crear una marca mía en Argentina, pero no quisiera que pierda calidad’"

—¿Cómo es la relación con las mujeres que eligen tu marca? ¿Qué creés que ellas ven en vos?

Yo creo que las mujeres ven en mí a una mujer que siempre tuvo en claro lo que quería, que siempre fue mi sueño tener mi empresa, que siempre estuve muy ligada al país. Si bien, por motivos familiares, vivo en el exterior siempre estuve muy relacionada con mi país y muy interesada en todo lo que sucedía, en todo lo que pasa, vivo el día a día como si viviera en Argentina y siento que celebran este emprendimiento o esta empresa que hice en Argentina como si fuera propia.

Siento eso cada vez que me presento en un local porque vienen a verme como que si vinieran a despedirse porque es como si supieran que me vuelvo porque voy a estar lejos por un tiempo. Siento mucho el cariño y el afecto que tienen por mí.

—¿Qué sentís que “vendes” al sumarte al mundo de la belleza?

La empresa y yo tratamos de seguir un montón los pedidos o las sugerencias que nos hacen. Leo mucho los comentarios, las sugerencias, me ayudan mucho. Pareciera que no, que soy como la ‘influencer de Argentina’ y, sin embargo, yo utilizo y me sirven un montón los vídeos que me mandan y me llenan de orgullo, que me hagan vídeos tutoriales con sus maquillajes y cómo los utilizan y cómo se los colocan, eso me emociona un montón. Ver quizás un producto como las perlas, que son unas sombras perladas divinas que tenemos, y ese mismo producto lo usan de diferentes maneras.

"Mientras, relata detalles de su perfil empresarial, el detrás de escena de la creación de la empresa Wanda Cosmetics en Argentina y cómo decidió apostar por el país, aún con algunas opiniones en contra"

Recuerdo un día que estaba en el negocio —yo estaba de espaldas— y había una señora que le dice a la cajera ‘venimos de Tierra del Fuego con mi hija, vimos que Wanda estuvo hace dos días acá, qué lástima que no la pudimos ver, mi hija la quería conocer, compramos los productos online, pero bueno, queríamos conocer a Wanda’. Y justo me giro y le digo ‘¿quieren algo más, quieren que les pruebe algún producto?’. La nena empezó a temblar, se puso a llorar. Esas cosas me llenan de emoción. La verdad que cuando estoy en Argentina trato de estar mucho tiempo en los locales, porque el contacto y el poder hablar con las personas, que son parte de esto, me emociona un montón.

—¿Cómo es el proceso de elección de cada producto?

El proceso de la elección de cada producto es un poco largo. A veces se me ocurren ideas y los chicos que trabajan para la empresa, muchas veces, me bajan de un hondazo, me dicen ‘olvídate, es imposible’ y, sin decirme nada, después al tiempo, a los cinco o seis meses, me dicen ‘te acordás lo que vos dijiste en aquella reunión, bueno, mira’ y me muestran los avances. Si bien hay cosas que no se pueden hacer en lo inmediato, yo soy muy ansiosa, se les queda a ellos la idea de eso que yo planteé y me tratan de ayudar a cumplir cada objetivo.

El proceso es un poco largo, porque arrancan con mis ideas, desde tonalidades que quizás no existen, que las tenemos que ir buscando, hasta texturas que tampoco existen. Por ejemplo, me acuerdo que se me ocurrió tener un labial que tenga (ácido) hialurónico y no existía en el país y tampoco en Italia. Yo nunca lo había probado, ni hecho, pero dije ‘quiero llegar a Argentina con un producto innovador’ e hicimos un millón de pruebas y logramos tener un labial con hialurónico que te da color y te nutre. Fuimos los primeros en hacerlo y eso me llenó de orgullo cuando se logró.

Su imagen mediática deja en un plano menos explorado por los flashes el interesante perfil de esta mujer nacida en un barrio bonaerense: el de empresariaSu imagen mediática deja en un plano menos explorado por los flashes el interesante perfil de esta mujer nacida en un barrio bonaerense: el de empresaria

Y, como dato de color, si querés contarlo. Nosotros habíamos hecho producción para dentro de un año pero que, — obviamente, los productos se vencen— y cuando lanzamos los productos, en 12 horas se agotaron todos los que teníamos para un año. Ahí, me acuerdo que estábamos todos con las computadoras online, porque yo estaba en París viviendo en ese momento, y no lo podíamos creer. Fue una grata sorpresa. Después, al otro día, dijimos ‘guau’ y entonces hubo un tiempo que nos quedamos sin producción. Ahí me di cuenta que venía en serio, que era realmente una gran apuesta el proyecto que teníamos, había superado las expectativas mías y las de toda la empresa, no nos esperábamos semejante éxito.

 

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