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ste domingo se concreta el acto institucional de asunción de las autoridades que fueron electas el pasado 7 de mayo en elecciones democráticas donde el 70% del pueblo de Misiones eligió de manera contundente a los candidatos a gobernador y vice, diputados e intendentes para que lleven adelante la gestión en cada ámbito.
Siete de cada diez ciudadanos misioneros quieren que la renovación ponga a su gobernador, que la renovación tenga mayoría en la cámara de diputados y sean 76 los intendentes renovadores de un total de 78 municipios.
Un triunfo aplastante, de los más resonantes en el país, colocando al frente del Gobierno a una figura experimentada como Hugo Passalacqua y una promesa de la juventud como Lucas Romero Spinelli, como la fórmula que combina experiencia y juventud, sabiduría y fuerza. A la vez, deja el Ejecutivo y asumirá como presidente de la Legislatura Oscar Herrera Ahuad, considerado por Carlos Rovira como el “mejor gobernador de la Argentina”.
Un tiempo de los más difíciles le tocó gobernar a Herrera Ahuad y cumplió con la máxima calificación.
Justamente, Rovira, en un gesto de grandeza y generosidad política pocas veces vista, se corre de la presidencia de la Legislatura para nominar al saliente gobernador como el mejor calificado para ocupar ese sillón y continuar la senda de la gestión aplicada, austera y laboriosa. En estos tiempos de mezquindad, donde nadie cede nada, muchos se confunden y no entienden semejante decisión.
Rovira da un paso al costado de la presidencia, no de la política, con números esplendorosos. El diputado con más leyes sancionadas en la historia del parlamento misionero, casi 200 leyes, creador del digesto jurídico, de los dos nuevos y modernos edificios, impulsor del consejo de la magistratura, reconocido y respetado como referente nacional en el manejo de la estrategia y alta política, y hombre de consulta permanente de gobernadores, presidentes y máximos dirigentes nacionales. Continuará aportando ideas, acciones y propuestas a la Renovación Neo y al bloque Innovación Federal.
Con su guía Misiones se convirtió en el espejo en que se quieren reflejar las otras provincias, con fuerte crecimiento económico, apostando a la educación de vanguardia, a la juventud, la robótica, la salud de calidad, la innovación y priorizando un clima de paz y concordia, sobre todo, en un tiempo de alta virulencia política en el escenario nacional.
A la par de la continuidad, la renovación sigue abriendo nuevos espacios a las generaciones jóvenes, y en ese marco asume un joven dirigente como ministro de Gabinete, varios diputados con menos de 30 años, y varios ministros que hasta ayer eran verdaderos desconocidos de la política. El espacio ofrece oportunidades de crecimiento para todos y eso es lo que sigue generando miles de adhesiones permanentes.
En la vereda de enfrente, los que perdieron todas las elecciones este año y ahora se presentan en un rejuntado minoritario, creen que le corresponde la presidencia de la cámara y van a proponer un candidato propio, como si el pueblo de Misiones los hubiera votado a ellos en mayoría. Usan una extraña interpretación de la democracia, bastante disociada de la realidad, para pretender que las minorías impongan su voluntad sobre la mayoría, no respetando la decisión del pueblo en las urnas, no respetando la democracia y sus valores.
El rejuntado bloque del puertismo, la UCR y el PRO otra vez van a comportarse de espaldas al pueblo, en contra de lo que votó la gente. Un camino extraño que los lleva cada vez más lejos de la ciudadanía y, posiblemente, los mantenga en el camino de continuar perdiendo las elecciones.
Dentro de su mismo bloque minoritario están peleados, partidos, no se hablan entre ellos ni tienen liderazgo. Hace mucho tiempo nadie recuerda ningún aporte que hayan hecho a la sociedad, proyectos, ideas o acciones. Lo único que hicieron en el último tiempo fue oponerse y decir no a las propuestas del que gestiona y gobierna. Después de perder estrepitosamente todas las elecciones en la provincia, solo sacan a relucir su complejo de inferioridad y el resentimiento.
En Buenos Aires están igual, divididos, peleados, traicionándose permanentemente unos a otros. Es que no hay identidad partidaria, provincial ni de proyecto político, solo egos y mezquindades.
Hablan de bajar impuestos como una de sus metas y cuando tuvieron oportunidad de hacerlo, bajando el IVA a los alimentos y bajando impuesto a las ganancias, votaron en contra. Lo cual demuestra que hacen una cosa y dicen otra. Así actúan y por eso la gente los castigó con el voto.
