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17/02/2024

“Un relato que los argentinos ya escuchamos varias veces“

“Un relato que los argentinos ya escuchamos varias veces“
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índrome de Estocolmo

La Asociación Americana de Psicología lo define al Síndrome de Estocolmo como una respuesta mental y emocional "en la que un cautivo (por ejemplo, un rehén) muestra aparente lealtad e incluso afecto hacia el secuestrador".

En la política argentina se ha instalado esa idea al hacer referencia a los votantes y adherentes a un espacio político que los perjudica económicamente o les restringe los derechos. Y los casos se repiten.

Es inevitable no hacer alusiones directas en este contexto. El presidente Milei anunció a todo el país que iba a hacer un ajuste recortando subsidios y equilibrando el déficit del país. La mayoría de los argentinos lo votaron y, incluso ahora que se está encareciendo el nivel de vida de todos, lo siguen defendiendo con la ilusión de que “un esfuerzo ahora nos garantiza bienestar después”. Es un relato que los argentinos ya escuchamos varias veces.

El boleto de colectivos, la luz, el agua, el combustible, la cuota de los colegios, los medicamentos, las prepagas, entre otras cosas, se incrementan en forma desproporcionada al comparar con los salarios. Lo que una familia invertía en servicios y tarifas se triplicó en solo dos meses. Si antes era el 10% del salario, el gasto de los servicios esenciales como transporte, luz y agua ahora representa el 30% del salario promedio.

Lo curioso es que el presidente avisó y la gente lo acompañó igual. Prefirió un ajuste rabioso al otro modelo y se debe respetar. La mayoría tomó la decisión y ahora es la misma mayoría la que debe marcar el límite del ajuste. La oposición tiene poco para hacer. 

Los que también tienen poco por hacer son los de Juntos por el Cambio. Hacen lo imposible por mostrarse como parte del gobierno pero, delante de la sociedad, la realidad es que quedan como unos oportunistas que apostaron por Patricia Bullrich y se subieron al carro del triunfo luego de caer derrotados. La gente no los quiere más en el gobierno. Se subieron a último momento.

Como frente, Juntos por el cambio se encamina a la extinción, igual que el kirchnerismo porque ambos fueron los artífices del fracaso económico actual. La gente no vuelve a votar ningún experimento político de Cristina ni Macri.

Juntos corre el riesgo de desaparecer como la UCD, según analizan varios politólogos de renombre, por eso es la desesperación de Macri de meterse y meter ministros en el Gobierno libertario, aunque no lo está logrando, porque el presidente decide por su cuenta. Los pocos que se suben al carro triunfal están desorientados.

Milei y los libertarios de primera hora entienden que la llegada oportunista de Juntos le genera más problemas que soluciones al Gobierno y lo aleja más de la gente que está esperando otra cosa.

Los puertistas, por ejemplo, no pudieron hacer que la diputada obereña vote a favor de la Ley Ómnibus y eso en los libertarios cayó muy mal. Los radicales y el PRO de Misiones no defienden al gobierno y se escondieron desde que empezaron a aparecer los tarifazos. Son socios en las buenas, pero se esconden en las malas. Por eso Milei no les dio cabida y van camino a la extinción como frente.

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