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l martes, en la octava sesión ordinaria del Concejo Deliberante obereño se dio ingreso la petición de una vecina que solicitó que “se reglamenten las molestias ocasionadas por los ladridos caninos”.
Sabido es que los ediles deben formalizar todas las inquietudes que expresen los ciudadanos, pero su tratamiento posterior está supeditado a la importancia o urgencia de los asuntos.
Lo insólito de este caso es que 24 horas después de su ingreso al recinto, el tema fue tratado en comisión y los ediles resolvieron que el Ejecutivo municipal deberá pedirle al propietario que los perros en cuestión no ladren tanto. “Consideramos que el reclamo de esta vecina es muy justo debido a que en reiteradas ocasiones concurrió al Concejo Deliberante pidiendo que su vecino haga algo con respecto a los ladridos de sus perros durante la noche. Por lo que le voy a pedir al Departamento Ejecutivo que le haga cumplir las normas al vecino”, expresó Ariel Chaves, presidente del deliberativo, quien confirmó que el asunto fue tratado en comisión. El llamativo pedido se inscribe en el expediente 080/2018, a partir de lo expresado por la vecina Norma Guastavino, que “solicita reglamentación sobre molestias que ocasionan ladridos de caninos”.
