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l Alzheimer no es más (ni menos) que un tipo de demencia. Pero, ¿cómo transcurre esta disminución? A continuación, haremos un recorrido por las fases del Alzheimer.
Esta enfermedad avanza de manera lenta e insidiosa durante más o menos de 5 a 10 años. Cuenta con fluctiaciones, es decir, días o periodos en que las limitaciones no son tan evidentes. Además, no todos los pacientes con Alzheimer presentan alteraciones del comportamiento.
Es necesario especificar también que las personas con coeficiente intelectual alto tienen más margen de pérdida cognitiva. Además, cuanto más joven es el paciente más rápido avanza la enfermedad, y al revés.
Fases del Alzheimer:
Etapa 1 inicial
Al principio se produce una disminución de su resistencia a la fatiga en la ejecución de tareas. Sin embargo, aún puede ejecutar correctamente tareas ordinarias. Disminuye asimismo su capacidad de adaptación ante tareas extraordinarias o problemas imprevistos. Se producen pequeños olvidos.
El individuo puede reaccionar ante todo esto con negación, miedo, retraimiento o ira. Puede experimentar también hipocondría, ansiedad o tristeza.
Etapa 2 de deterioro cognitivo leve
Disminuye ya su capacidad de afrontar tareas ordinarias o rutinarias, experimentando fatiga y dicifultades crecientes. Disminuye también su capacidad de atención, concentración y memoria. Sin embargo, aún se maneja bien.
Es frecuente que el individuo o su familia manifiesten que “las dificultades no son para tanto”. Pero pruebas psicométricas (como el WAIS) pueden poner de manifiesto más dificultades de las que son obvias.
El paciente puede experimentar cuadros depresivos al intensificarse las reacciones de la etapa anterior. Cada vez es más consciente de que algo no está como antes y de que no volverá a estarlo.
Etapa 3 de deterioro cognitivo medio
En este momento son ya evidentes las limitaciones de las funciones superiores. Se pierde memoria, atención, concentración, coordinación psicomotriz, comprensión y expresión del lenguaje escrito y hablado, pensamiento abstracto, capacidad de juicio…
El individuo tiene problemas ya en el manejo del automóvil o de electrodomésticos. También le resultan muy complicadas tareas como hacer la compra o manejar el dinero. Pueden desorientarse y perderse incluso en su propio barrio.
Comienzan a experimentar cierto grado de desregulación afectiva. Pasan de estar muy sensibles, con tendencia al llanto, a alegres, o a embotados, en un momento. Pueden desinhibirse sexualmente. Aparece aquí la llamada Ley de Ribot, por la cual el paciente comienza a olvidar de delante a atrás. Así, olvida primero los hechos recientes y más tardíamente los hechos más antiguos.
Etapa 4 de deterioro cognitivo grave
Aparecen ya síntomas neurológicos propiamente dichos, como la afasia, la apraxia y la agnosia:
Afasia: se corresponde con déficits del lenguaje
Apraxia: son déficits en la realización de movimientos diestros
Agnosia: son dificultades para el reconocimiento de estímulos sensoriales (tacto, olfato…)
Disminuye, asimismo, el control sobre la personalidad. Así, se acentúan los aspectos más primitivos y negativos de la misma. Aparecen (de forma más marcada que antes) impulsividad, desconfianza, cambios marcados de humor, agresividad, desinhibición sexual… El paciente ya no se da cuenta de cuándo origina problemas en los demás.
Paralelamente, pueden aparecer cuadros de delirio de contenido paranoide o persecutorio. Piensan que les esconden cosas, que les roban…
Etapa 5 de deterioro cognitivo muy grave
Van aumentando aún más los déficits anteriores, y también el nivel de dependencia. Pueden comportarse gritando, insultando… También descuidan ya la higiene.
Etapa 6 de deterioro cognitivo terminal
El paciente no reconoce ya a sus hijos ni familiares. Muchas veces ni siquiera sabe quién es él mismo. Pierde también la capacidad de comunicación. En este momento es ya totalmente dependiente.
