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uevas incorporaciones en importantes cargos de ciudadanos totalmente ajenos a la renovación se confirmaron en la semana, mostrando el gobierno una permanente apertura, pluralidad y diversidad de ideas dentro de sus filas. La única premisa es trabajar por los misioneros.
La renovación no repara en el pensamiento político sino el la capacidad y la intención firme y honesta de servir a los misioneros, esa es la condición y así se sumaron Malagrida y Santacruz al Ministerio de Cambio Climático, así como Hernández a la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Posadas. Los dos primeros, incluso, estuvieron en la vereda de enfrente de la renovación en algún momento de su trayectoria, pero hoy reconocen que los cambios reales se producen desde adentro y ensuciando los pies en el barro, con compromiso.
Sugestivamente es una convocatoria amplia y generosa, como siempre lo fue, del Frente Renovador a todos los ciudadanos misioneros que se sientan atraídos por la vocación de trabajar en favor de esta provincia y mejorar el futuro que nos espera, juntos, sin rivalidades, en concordia. Es una gran apertura de seguir convocando actores de la sociedad que no necesariamente deben estar alineados.
En la vereda de enfrente los dos frentes nacionales, Frente de Todos y Juntos por el Cambio atraviesan una situación totalmente diferente en Misiones, perdiendo adherentes y seguidores a diario, debido a las permanentes e interminables peleas por cargos, por caja y por poder. La sociedad no observa en esos dos frentes preocupaciones por resolver los problemas diarios, sino por acumular poder y atacar al rival político.
Eso explica por qué se reforzó la confianza del pueblo de Misiones en el Frente Renovador, como indican las encuestas de intención de votos y de gestión. Cuando todos corrían a prenderse de los partidos nacionales, la renovación quedó con la boleta corta, priorizando siempre el interés de Misiones por encima del interés político de los partidos de Buenos Aires.
Hoy se acercan a diario y consultan, dirigentes y militantes de los dos frentes nacionales, para sumarse y ser parte de la renovación. Muchos ya están pensando en las intendencias de 2023 y ven que yendo en esas dos boletas no van a llegar. La única que garantiza el triunfo en los municipios es la boleta renovadora.
Pero además hay otro factor que está partiendo al medio a los dos frentes nacionales, causando una fuga de adhesiones. Se trata de la irrupción de Javier Milei, ya lanzado a la presidencia, creciendo fuerte en las encuestas impulsado por una masiva adhesión juvenil que emigra del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. Parte al medio a los dos espacios por igual.
Juntos por el Cambio sufre todavía más la fuga. El radicalismo con sus permanentes internas, sus peleas que se hacen públicas y su falta de capacidad para gobernar quedan cada vez más expuestas. La gente no se siente contenida, hay mucha decepción, se van del esquema porque en las listas figuran solo apellidos viejos, no hay refresh ni expectativa para los jóvenes.
Por ello, el armado de Cambiemos se hace cada vez más inestable e insostenible en el tiempo. La gente percibe que se juntan para las elecciones y después se pelean sin parar.
