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05/09/2022

Un tatuaje, la prueba clave que compromete a Sabag Montiel

Un tatuaje, la prueba clave que compromete a Sabag Montiel
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n dato clave de la pericia, puede determinar la responsabilidad y culpabilidad de Fernando André Sabag Montiel, el sospechoso del atentado a Cristina Kirchner, en la puerta de su casa. La prueba se conoció en las últimas horas, y se trata de un tatuaje en el cuerpo del hombre, que lo complica aún más en la investigación.

De acuerdo a la información de fuentes policiales, una pericia de imágenes realizada por la División Individualización Criminal de la Superintendencia de la Policía Federal Argentina (PFA), entre fotografías de los tatuajes del detenido y los videos donde se observa el momento del ataque a Cristina Fernández de Kirchner, aportó la prueba clave para determinar la culpabilidad de Sabag Montiel.

De este modo, se concluyó que el tatuaje de Sabag Montiel tiene en su mano izquierda es el mismo que aparece en la mano de la persona que el jueves intentó asesinar a Cristina Kirchner. El estudio, que ya está en manos de la jueza Federal María Eugenia Capuchetti, analizó por dimensiones y morfológicamente el tatuaje que tiene en su mano el agresor.

El estudio llegó a la conclusión que se trata de la misma "Cruz de Hierro" (simbología nazi) que tiene tatuada Sabag en su mano izquierda. La prueba clave es el video filmado con el celular de un militante, que permitió hacer la comparación. Allí se ve en primer plano la mano tatuada del sospechoso.

En varias fotos que Sabag Montiel tenía subidas a sus redes sociales, se observa este tatuaje de la Cruz del Hierro. Además, ese mismo video tiene el audio donde el hombre gatilló la pistola Bersa calibre .32 a centímetros de Fernández de Kirchner, aunque el arma no se disparó finalmente.

El dato ya fue incorporado al expediente que tiene a su cargo la jueza Capuchetti, ante quien ayer el imputado se negó a declarar y no hizo mención sobre el arma, dijeron las fuentes judiciales, quienes confirmaron que el hombre permanecía encerrado en una celda individual de la sede policial de la calle Cavia, en el barrio de Palermo, y custodiado por dos efectivos.

 

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