anda Nara volvió a dar que hablar en las redes por pasarse de la raya con el Photoshop. Esta vez no se estiró las piernas ni se achicó la cintura: se corrió el cuello de lugar en una foto de la campaña que hizo el año pasado para su marca de trajes de baño y sus seguidores se lo remarcaron sin piedad. “Este año nos superaremos”, prometió.
Semanas atrás, cuando fue retratada al natural en las playas de Ibiza, Wanda se defendió asegurando que siempre modifica sus postales porque quiere lucir su mejor perfil en Instagram, ya que es una de sus fuentes de ingresos.
“Nadie sube una foto donde se ve mal. Cuando me enfermé de COVID, no subía fotos de como estaba arruinada en la cama. Todos (los que tenemos la posibilidad) nos mostramos comiendo sushi o comiendo polenta, arroz y fideos con manteca, pero no es tan ‘instagrameable’. Les puedo asegurar que amo cada centímetro de mi cuerpo. ¡Sí, tengo celulitis como todas tenemos! También acné. Y, en verano, raíces porque descanso de la tintura. En fin, soy real”, reflexionó.
Wanda Nara regresó a París y no pasó desapercibida. Paseó por la ciudad en compañía de Kennys Palacios y varios de sus seguidores se la cruzaron y le pidieron una foto. Sin embargo, se llevaron una sorpresa con su respuesta. “Solo selfies”, habría pronunciado la mediática. Su condición salió a la luz de la mano de Estefanía Berardi, que publicó pruebas en sus redes sociales.
La empresaria tiene más de 15 millones de fans en Instagram y revoluciona cada lugar que pisa. En su última apertura de local, en el Alto Avellaneda, también se la vio con los celulares de la gente en la mano, lo que reconfirma la información de la panelista de LAM (América).