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10/10/2023

La extrema sequía en la Amazonia en Brasil afecta a la economía, la fauna y la salud de su gente

La extrema sequía en la Amazonia en Brasil afecta a la economía, la fauna y la salud de su gente
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a dimensión de la sequía en el Amazonas se ve reflejada en las fotos publicadas por el sitio especializado Autossustentável. “Lo que solía ser una enormidad de agua, ahora se resume en un gran banco de tierra”, advierten. Los incendios, la sequía, las temperaturas extremas y los desastres naturales están arrasando la región y afectando a millones de vidas humanas y animales inocentes.

 

Fuente: con información de Brazil Reports , Autossustentável., El País, El Nacional. CNN Brasil

BRASIL (8/10/2023).- La primera foto es del vigente mes de octubre en Igarapé Tumbira. La segunda, con agua aún es de julio de este año. Los incendios, la sequía, las temperaturas extremas y los desastres naturales están arrasando la región y afectando a millones de vidas humanas y animales inocentes.

“La cuenca del Amazonas, la más grande del mundo, enfrenta una sequía histórica que está afectando a cuatro de sus principales ríos: el Amazonas, el Blanco negro y el Purus. Esta sequía amenaza no sólo la biodiversidad, sino también la vida y la economía de la región, con niveles de agua históricamente bajos y efectos directos en las comunidades locales”,.publicó el sitio especializado Autossustentável.

“Las señales han sido y se están dando: El Amazonas se derrumba”, advierten con preocupación.

Además, señalan el posible efecto de cascada en otros estados brasileños y el sistema energético de Brasil, lo que hace urgente la necesidad de medidas de conservación y mitigación en la cuenca del Amazonas.

Esta es una clara demostración de que los eventos meteorológicos extremos ya nos están afectando de una manera aterradora.

Niños se bañan antes de ir a la escuela, en Manaos (Estado de Amazonas). Más de 110.000 personas han sido afectadas por la sequía, según las autoridades, ya que los peces muertos afectan el acceso a comida y contaminan la principal fuente de agua. RAPHAEL ALVES (EFE)

Esta semana, Manaos, la mayor ciudad de la Amazonía de Brasil, alcanzó unos abrasadores 39,2°C (102,56°F), su día más caluroso registrado en 30 años. En todo el norte de Brasil, la ola de calor y la prolongada sequía están afectando a la economía local, a la población y a la fauna.

En septiembre, el gobierno local de Amazonas declaró el estado de emergencia debido a los incendios forestales que asolaban al estado.

En total, el mes pasado se detectaron 6.991 incendios, el peor mes registrado este año en la región y el segundo peor desde que Brasil empezó a llevar la cuenta en 1998.

Sólo el año pasado fue peor, con 8.659 incendios registrados en septiembre.

Los expertos contactados por Brazil Reports atribuyen la escalada de calor y las condiciones de sequía a dos factores principales: un fuerte fenómeno de El Niño y el calentamiento de las aguas en la porción tropical septentrional del océano Atlántico.

“Ya teníamos una idea de que iba a hacer mucho calor debido a estos factores. Lo que no sabíamos es que iba a ser una sequía extrema”, dijo a Brazil Reports el investigador Ayan Fleischmann.

Ingeniero ambiental y doctor en recursos hídricos por la Universidad Federal de Rio Grande do Sul, Fleischmann dirige el grupo de investigación sobre análisis geoespacial, medio ambiente y territorio amazónico del Instituto de Desarrollo Sostenible Mamirauá, organismo de investigación vinculado al Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Con sede en la ciudad de Tefé, a unos 550 kilómetros de la capital de Amazonas, Manaos, el Instituto Mamirauá ha seguido de cerca los últimos acontecimientos provocados por la extrema sequía en la Amazonia, entre los que destaca el descenso del nivel de agua del río Solimões.

“Aquí, en Tefé, el nivel bajó muy rápidamente. Hasta agosto iba razonablemente bien, pero a principios de septiembre se desplomó varios días seguidos, bajando unos 20 ó 30 centímetros al día», explica Fleischmann sobre el río.

Para las comunidades locales, el descenso del nivel del agua es especialmente problemático porque su principal medio de transporte suele ser el barco.

Algunos afluentes del río Amazonas se han llenado de peces muertos en el último mes debido a la sequía y las altas temperaturas de la zona. En la imagen, el barquero Paulo Monteiro, de 49 años, navega entre miles de peces muertos en Manacapuru, Estado de Amazonas (Brasil), el 27 de septiembre.

Las embarcaciones más grandes ya no pueden navegar por los afluentes de los ríos principales. En la región de Tefé, por ejemplo, Fleischmann explicó que los barcos más grandes que abastecen los mercados locales están ahora anclados en el río Solimões, lo que obliga a los barcos más pequeños a acercarse a ellos para descargar la carga.

Otra opción es transportar las mercancías por una carretera rural sin asfaltar. En ambos casos, explicó Fleischmann, el proceso incrementa los precios para los comerciantes locales, y luego para los consumidores finales, porque se añaden estos costes logísticos.

«Hoy un ribereño me dijo que tuvo que pagar 100 reales (19 dólares) por un pequeño bote para ir a otro a recoger los productos que había comprado. Es el tipo de situación en la que la dificultad de la logística encarece los precios y no sólo eso, muchos barcos ya están renunciando a venir porque es difícil navegar», dijo Fleischmann.

El gobierno federal de Brasil ha empezado a movilizarse contra la crisis climática. El miércoles, una delegación encabezada por el vicepresidente Geraldo Alckmin aterrizó en Manaos para examinar la situación. La ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, y la Ministra de Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, también se unieron al enviado junto con otros cuatro funcionarios del gabinete.

El grupo de trabajo visitó las comunidades de la Amazonía afectadas por la sequía y anunció medidas de emergencia para minimizar el impacto de la sequía en la comunidad. El Ministerio de Medio Ambiente informó de que enviará 191 bomberos para reforzar las brigadas locales de extinción de incendios.

Un investigador del Instituto Mamiraua de Desarrollo Sostenible recupera los cuerpos de dos delfines rosados del Amazonas, el 2 de octubre de 2023 en el lago Tefé. RAPHAEL ALVES (EFE)

Muerte de delfines

Más de 100 de delfines rosados de río han sido encontrados muertos en el lago Tefé, en la Amazonia brasileña, en los últimos siete días, según el Instituto Mamirauá, un instituto de investigación de la región financiado por el Ministerio de Ciencia de Brasil.

Según CNN Brasil, el elevado número de muertes es inusual. “Aún es pronto para determinar la causa de este evento extremo, pero según nuestros expertos, ciertamente está relacionado con el periodo de sequía y las altas temperaturas en el lago Tefé, en el que algunos puntos superan los 39°C”, afirma un comunicado del Instituto Mamirauá.

El río Amazonas, la vía fluvial más grande del mundo, se encuentra actualmente en la estación seca, y varios ejemplares de la fauna fluvial también están sufriendo temperaturas récord. Investigadores y activistas tratan de poner a salvo a algunos delfines transfiriéndolos desde lagunas y estanques en las afueras al cuerpo principal del río, donde el agua es más fría, pero la operación no es fácil debido a la lejanía de la zona, asegura CNN Brasil.

“Transferir delfines de un río a otro no es del todo seguro, porque es importante verificar si hay presencia de toxinas o virus (antes de liberar a los animales en la naturaleza)”, dijo a CNN Brasil André Coelho, investigador del Instituto Mamirauá.

La sequía en el Amazonas también está afectando a la economía local: se han reportado niveles de agua por debajo del promedio en 59 municipios diferentes del estado de Amazonas, lo que impide tanto el transporte como las actividades pesqueras en el río.

Las autoridades esperan sequías aún más intensas durante las próximas semanas, lo que podría provocar aún más muertes de delfines.

Para el investigador, que lleva décadas trabajando en la región, las circunstancias actuales son alarmantes.

«Llevo 30 años trabajando en la Amazonía y nunca había visto nada de esta magnitud», dijo Marmontel. «No me consta que haya ocurrido en la región en ningún otro momento, ni siquiera ahora. Es un hecho insólito y extremadamente preocupante, ya que se trata de una especie en peligro», agregó.

A pesar de los esfuerzos por aliviar el impacto de la sequía, los expertos entrevistados para este reportaje advierten de que sólo un cambio en las condiciones meteorológicas, y el regreso de las lluvias torrenciales, pueden resolver el problema.

Según Fleischmann, ingeniero medioambiental e investigador, las previsiones para las próximas semanas no son alentadoras y se espera que el nivel de los ríos siga bajando.

«La población está muy preocupada, no hay nadie con quien hablemos que no esté alarmado por el avance de la sequía», afirmó.

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