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01/11/2023

A pesar del aumento, el precio del combustible está atrasado en al menos 50% y serán un problema para el próximo gobierno

A pesar del aumento, el precio del combustible está atrasado en al menos 50% y serán un problema para el próximo gobierno
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n medio del tironeo por la falta de naftas y el nuevo aumento en los precios que buscaban conseguir las petroleras, el Gobierno volvió a postergar un alza de los impuestos a los combustibles, esta vez hasta el 1° de febrero de 2024. El objetivo fue triple: evitar un traslado directo de un extra de 25% sobre el precio final, reducir el impacto sobre el resto de los valores de la economía y también moderar cualquier malhumor a menos de 20 días del balotaje.

Los valores de las naftas y el gasoil, como otros precios relativos, aparecen atrasados respecto de la inflación en 2023. Así, subieron 80% promedio contra un IPC estimado en torno al 110% en los primeros diez meses del año, por lo que con las últimas disposiciones oficiales este problema quedará para el próximo gobierno.

La renovada prórroga impositiva se realizó mediante el decreto 567, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, mientras las petroleras actualizaban sus precios con alzas de entre 7% y 10% avaladas por el Gobierno. “Resignamos recursos del Estado, dejamos de cobrar impuestos a los efectos de que la nafta no aumente más de lo debido”, expuso el ministro y candidato, Sergio Massa, al anunciar el “congelamiento” de esos gravámenes que pesan sobre los combustibles líquidos. 

Con la medida, se “contuvo” un alza de 70 pesos por litro o un 25% extra al aumento que rige desde este miércoles. O dicho de otra forma, el litro de nafta súper en YPF quedó en $272 en la Ciudad de Buenos Aires, 9,6% más de lo que cerró en octubre, en lugar de los $356 que valdría si, al incremento autorizado, se sumaban la actualización de impuestos que por la inflación que viene siendo postergada en los últimos años.

Un incremento de esa magnitud no solo hubiera impactado en el bolsillo de los automovilistas, sino también en la ya de por sí alta inflación: las alzas en los surtidores son consideradas aumentos de “segunda ronda” dado que el traslado de productos primarios para la fabricación y los bienes terminados se hace en su gran parte por vía terrestre (en camión) y el costo del combustible se traslada por la cadena hasta el consumidor.

A eso se agrega lo que no se actualizó de impuestos a los combustibles líquidos de al menos los últimos dos años, un lapso cuando la inflación acumuló un 354% y los traspasos del gravamen al surtidor se hicieron a cuenta gotas y por períodos en los que los precios no tuvieron subas significativas

Un atraso de precios relativos cada vez más complicado de desarmar

Así, al atraso de 30 puntos promedio de los precios de los combustibles y la inflación acumulada, quien resulte electo presidente deberá definir qué hacer con el mecanismo que actualiza los impuestos al expendio.

En los considerandos del decreto, firmado por el presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y Massa, se remarcó que “tratándose de impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles (.) Que en línea con las medidas instrumentadas hasta la fecha, y con el fin de asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios, resulta razonable, para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, postergar hasta el 1° de febrero de 2024″.

Esta postergación, la séptima en lo que va del gobierno, es para actualizaciones por inflación del segundo semestre de 2021, todo el 2022 y hasta septiembre de 2023. Desde SDC Asesores Tributarios, Sebastián Domínguez expuso que el aumento potencial iba a ser de un 223,48% o de $61,81 por litro.

“Más allá que la medida beneficie a los consumidores de combustibles y no sea un factor más de incremento de la inflación, esas suspensiones y postergaciones deberían disponerse por Ley, dado que el Poder Ejecutivo tiene vedado dictar decretos de necesidad y urgencia en materia tributaria”, indicó el especialista.

José María Rodríguez, economista especializado en energía del Ieral a TN, amplió que el atraso sería aún mayor si se tienen en cuenta las otras postergaciones o suspensiones parciales que tuvo este método de actualización del impuesto a los combustibles desde que se implementó en 2017.

Desde la asunción del gobierno de Alberto Fernández se dijo que se buscaba cambiar el método de un valor fijo en pesos, actualizable por inflación trimestral previa, por un porcentaje sobre el valor del combustible, algo que hasta se conversó con el FMI, pero que no avanzó y que queda abierto para la próxima administración.

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