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13/11/2023

Qué es el Tren de Aragua, el grupo criminal que nació en una cárcel de Venezuela y amenaza a toda la región

Qué es el Tren de Aragua, el grupo criminal que nació en una cárcel de Venezuela y amenaza a toda la región
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o tiene vías férreas, pero sí muchas estaciones en su camino. El llamado “Tren de Aragua” es hoy la mayor estructura delictiva de Sudamérica, con una influencia y un poder regional que recuerda a las poderosas maras centroamericanas.

Nacida en 2014 en la cárcel de Tocorón, en Venezuela, este peligroso grupo criminal ha extendido sus brazos a por lo menos ocho países del área y está ya a las puertas de la Argentina.

¿Cómo lo hizo? Muy simple: siguió el camino de los millones de emigrados venezolanos que abandonaron su país en los últimos años. Allí, en ese interminable y masivo éxodo, nacía a cada paso una necesidad que, de a poco, fue aprovechada por el crimen organizado.

“En mi investigación logré identificar a más de 20 actividades delictivas, desde el tráfico de migrantes, la trata de mujeres, narcotráfico, extorsión, robo, secuestro, sicariato y hasta la minería ilegal”, contó a TN la periodista venezolana Ronna Rísquez Sánchez, autora del libro “El Tren de Aragua”.

Hoy, la banda tiene una fuerte presencia no solo en su país de origen, sino también en Panamá, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Se calcula que a sus órdenes tiene un ejército de unos 3000 miembros en toda la región.

 

Cómo nació el Tren de Aragua

El fenómeno de las megabandas, con mayor presencia en Brasil a través del Primer Comando de la Capital (PCC) o el Comando Vermelho, es relativamente nuevo en Venezuela. Hasta 2014, solo se creaban pequeños grupos delictivos de tres a cinco integrantes.

“Pero a partir de ahí hubo una especie de evolución criminal. Se crearon grupos de hasta 50 miembros, con armas de guerra y una estructura piramidal. Eran bandas que tomaron nombres de trenes. Muchas fueron desapareciendo, pero el Tren de Aragua sobrevivió y se convirtió en la más poderosa de Venezuela”, comentó Rísquez Sánchez.

Esta banda se creó en la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua, al oeste de Caracas. De allí tomó su nombre.

Fue fundada por cinco reclusos, dos de los cuales ya murieron. Los otros tres siguen teniendo las riendas del grupo. Ellos son Héctor Guerrero, alias El Niño Guerrero, que se fugó de esa prisión en septiembre pasado; Johan José Romero, alias Joan Petrica, que fue visto en Brasil hace unos años, y Larry Amaury Álvarez Núñez, alias Larry Changa, radicado en Chile en 2018 y hoy con paradero desconocido.

El gran éxodo venezolano fue la llave para que este grupo extendiera sus garras por toda Sudamérica. En cada país donde llegaban los migrantes se topaban con problemas. Allí estaban los miembros de la banda para medrar con el sufrimiento del inmigrante.

Primero extendieron su influencia en países como Colombia y Brasil, donde la pandemia de Covid derivó en el cierre de fronteras. También en el Darién, la peligrosa selva panameña donde a diario pasan cientos de migrantes desesperados por llegar a Estados Unidos. Los miembros de la banda ayudaron a los migrantes a cruzar y abarcaron nuevos territorios.

Incluso, sellaron pactos de colaboración con otros grupos delictivos. Por ejemplo, hoy le prestan cooperación y mano de obra al Comando Vermelho o al PCC brasileños, cerca de la frontera entre ambos países.

A partir de ahí se extendieron a toda la región. Bajaron hacia el sur con las olas migratorias de venezolanos que viajaban a Ecuador, Perú, Bolivia y Chile. Eran extenuantes periplos que se topaban, siempre, con trabas migratorias, prohibiciones de cruce, desesperación, expulsiones y necesidades básicas insatisfechas. La trata de personas, la explotación sexual y el tráfico de drogas acompañaban cada paso de los migrantes.

Desde entonces, vienen reclutando nuevos miembros en las prisiones, entre quienes salen de la cárcel y sus compinches. Hoy, Rísquez Sánchez calcula que son unos 3000 en total.

 

¿El Tren de Aragua llegó a la Argentina?

El Tren de Aragua tiene hoy una fuerte presencia en Chile. Ahora, el interrogante es si ha cruzado la Cordillera para instalarse en la Argentina.

En su diálogo con TN, Rísquez Sánchez dijo que el grupo criminal no ha llegado al país ¿La causa? “Las autoridades argentinas no pusieron trabas a la emigración. No hay regulaciones ni resistencia a la llegada de venezolanos, como sí ocurre en otros países de la región”, comentó.

Entonces, no surgió ninguna necesidad de los migrantes de buscar vías alternativas a las legales en las mafias que medran con la emigración.

“El venezolano llega sin problemas. No hay tráfico ni trata o cobro por cruces irregulares. Argentina es un país abierto a la migración”, afirmó.

Una fuente acostumbrada a transitar los pasillos de la investigación criminal dijo a TN que no hay rastros del Tren de Aragua en la Argentina. “Solo hubo detenciones de bandas que robaban relojes y estafadores virtuales”, afirmó.

Para Rísquez Sánchez, hay otro punto que juega a favor de la Argentina. Más allá de la grave crisis económica, no ha habido estallidos sociales como en Colombia, Chile y Perú. “Esas son situaciones que favorecen la irrupción de estos grupos criminales organizados. Mientras la policía reprime, ellos instalan sus operaciones y consolidan su presencia. Eso no pasó en la Argentina”, dijo la investigadora.

Sin embargo, en octubre cayó en el país el peligroso delincuente venezolano Guillermo Rafael Boscán Bracho, alias Yiyi, uno de los 10 criminales más buscados de su país. “Pero es de otro grupo y no tan poderoso, con fuerte presencia en el estado de Zulia”, fronterizo con Colombia, explicó.

 

Mientras tanto, la banda se sigue extendiendo por la región. “El Tren de Aragua se ha aprovechado de la migración. Sus jefes han sabido crear un concepto criminal diferente. Tienen una gran capacidad de negociación y adaptación. Eso les permite llegar, instalarse y copar otros mercados. No confrontan con otros grupos, sino que buscan alianzas. Ese es el secreto de su éxito”, concluyó Rísquez Sánchez.

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