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l Instituto Forestal Misionero votó por mayoría el primer precio mínimo para la materia prima de la industria: por siete votos a dos, se fijó un valor equivalente a 20 dólares la tonelada de raleo, poco más del doble que el promedio que se venía pagando en el mercado.
El directorio del organismo definió los precios de acuerdo a lo recomendado por el Consejo Asesor, con un precio promedio de 20 dólares la tonelada del raleo. La definición del primer precio oficial no fue sencilla. Como era de esperarse, el sector industrial se abroqueló en contra de las regulaciones. La reunión más tensa ocurrió en Eldorado, en las oficinas de la Asociación Maderera, Aserraderos y Afines del Alto Paraná, que juntó a varias voces en contra de la fijación de precios. Sin embargo, en lajornada del viernes, aunque hubo un intento de dilatar la votación encabezado por el representante de Papel Misionero, finalmente el precio fue definido, después de la discusión de cuatro propuestas: la del Consejo Asesor y tres de las industrias, después amalgamadas en una sola. Tras casi cuatro horas de debate se fijó por primera vez en la historia el precio de la materia prima forestal.
El Instituto Forestal de Misiones hizo su debut al determinar los precios forestales que se conformaron con el costo de producción más un porcentaje de rentabilidad no menor al cinco por ciento, valores sometidos al tipo de cambio vendedor del dólar del Banco Nación Argentina, a la fecha del cierre del 29 de septiembre de 2020 (80 pesos por dólar estadounidense).
EL ACUERDO EN NÚMEROS
Se acordó un costo en pie por tonelada de 571,00 pesos y costo puesto en fábrica por tonelada de 1.581,00 pesos, a los efectos de aplicar un valor de rentabilidad especifica al Raleo, oscilaría en el orden del 5 % del costo determinado en pie.
El precio en pie por tonelada fue fijado en 599,55 y puesto en fábrica por tonelada 1.609,95.
El costo chips aserradero sobre camión fue fijado en 1.886,95 el del chips chipeador sobre camión, 1.782,45.
Respecto al chip, se deja estipulado que el resultado es técnicamente el costo de producción; en cuanto al precio de venta, en $/tn sobre camión, debe incrementarse con una rentabilidad adecuada la que, se estima, no debe ser menor a un 5 % por sobre dicho costo;
El precio chips aserradero sobre camión fue fijado en 1.981.29 y el de chips Chipeador sobre camión en 1.871,57.
En diálogo con RADIO STOP, el representante del sector foresto-ganadero del directorio del instituto, Rubén Costas contó que se fijó el costo en pie por tonelada de 571,00 pesos y costo puesto en fábrica por tonelada de 1.581 pesos, a los efectos de aplicar un valor de rentabilidad especifica al Raleo, oscilaría en el orden del 5 % del costo determinado en pie. El costo chips aserradero sobre camión fue fijado en 1.886,95.
Indicó que el productor tiene un arduo trabajo en la preparación de la materia prima “te lleva años durante la preparación de la planta sin tener otra rentabilidad. Cuando se hace la entrega a la empresa se abonaría el transporte y no se paga lo que vale la madera”.
Si bien las empresas han realizado una mejora en los precios que abonan, no se ha llegado a un acuerdo y el directorio tomó la decisión que fue histórica; “hace tres meses veníamos discutiendo, fuimos analizando los costos en cada uno de los sectores” explicó.
La materia prima forestal de pino será de 599,55 pesos (o su equivalente en dólares norteamericanos de 7,49) para el precio de la tonelada en pie; de 1609,95 pesos (US$ 20.12) para la tonelada puesta en fábrica. El precio del chips aserradero sobre camión será de 1981,29 pesos (US$ 24.76) mientras que el chips Chipeador sobre camión será de 1871,57 pesos (US$ 23,39).
“Queremos que toda la cadena funcione, que sea un circulo virtuoso donde todos obtengan lo que les corresponda y nadie se quede con lo que le pertenezca al otro” agregó.
Respecto al escenario actual que se enfrenta en el mercado forestal de la provincia, explicó que “en trozas aserrables y laminables no se manifiesta mucha competencia, hay precios de referencia parecidos, puede variar la forma y plazos de pago. Con el aumento de la demanda actual creería que además de aumentar los precios de la materia prima puede que haya diferencias de precios. En tanto, en el mercado de trozas y chips pulpables no hubo ni hay competencia. Hay dos compradores para toda la provincia que establecen los precios de la materia prima que a ellos les parece. Generalmente cubren los costos de elaboración y flete y no mucho más”, graficó Costas.
En tanto, si ampliamos la mirada a la cuenca forestal entre Misiones y NE de Corrientes, la actividad está integrada. “Esto funciona como una cuenca forestal compartida”, remarcó.
En este contexto, en su opinión el mercado de trozas pulpables y chips es muy pequeño en volumen comparado con el consumo de las otras industrias forestales. “Creo que, incluso si las demás industrias trabajaran a full habría un sobrante de esos materiales que nadie compraría. Por ello, ya que gran parte de la producción de pasta celulósica se exporta, debe haber precios acordes a los precios internacionales de la misma. Podríamos regalarle madera a ONGs humanitarias, pero no a una industria altamente rentable”, consideró el productor.
En esa línea, sostuvo que la solución debería ser más integral que solo lograr un saludable establecimiento de precios para la materia prima de la pasta celulósica. “Pero sería un primer paso para mejorar la rentabilidad de la producción primaria, que incluso traccionaría un poco los precios de trozas aserrables, pero no mucho más”, opinó.
Finalmente, ante la consulta sobre cuál sería el camino para lograr que el negocio forestal sea más rentable en toda la cadena de la foresto-industria, dijo que lo que se necesita “es que se ganen nuevos mercados internacionales para todos los productos forestales, y haya una renovación tecnológica en la industria para agregación de valor y utilización de trozas de diámetros menores”.
Asimismo, entre otros aspectos a revisar para mejorar la competitividad de toda la cadena forestal, Costas se refirió a la necesaria revisión de las cargas tributarias y los sistemas logísticos onerosos que se utilizan para la madera industrializada.
En la actualidad en Misiones está un poco más diversificado el mercado de oferta y demanda de chip y raleo, ya que se destina esta materia prima para atender el consumo de Celulosa y Papel principalmente, producción de MDF, pero también -en menor escala- en los últimos años la biomasa pasó a jugar un rol de combustibles para las industrias tealeras, yerbateras, olerías, energías eléctricas y combustibles sólidos, como para otros mercados como el pellets.
“El escenario del mercado actual indicaría que a algunos integrantes de la cadena forestal les está yendo muy bien, aunque hay preocupación por la realidad que enfrenta el productor primario. Debemos trabajar en fomentar la promoción. El fomento del consumo de madera, desde la mirada técnica, es preponderante para salir de la parálisis que atraviesa el sector en los últimos años”, sostuvo Hugo Escalada desde la presidencia del directorio.
Las cifras demuestran que Misiones tiene, a la fecha, el 50 por ciento de su capacidad productiva foresto-industrial ociosa. Y frente a ello, un excedente de materia prima cuya cifra asciende a los 4,5 millones de metros cúbicos anuales, según datos de la Subsecretaria de Desarrollo Forestal del Ministerio del Agro y Producción.
La búsqueda de nuevos mercados y propiciar el consumo termina constituyéndose en una salida posible. “No hay soluciones mágicas, pero si hay intención de buscar nuevas alternativas”, mencionó el directivo del Instituto Forestal provincial.
