ijo que el dinero obtenido le viene “muy bien para seguir levantando las paredes de mi casa” y para ayudar “a mi hija en sus estudios”.
Manifestó que “cuando me enteré, reaccioné de manera normal, porque era algo que esperaba que algún día iba a suceder. ¡Por fín! se dio, pensé en mis adentros”, cuando el vendedor le comunicó la buena nueva. “Siempre miro los resultados a través del celular, pero un problema técnico impidió que pudiera ver, entonces fue el subagente el que me contó, agregó, entusiasmado, quien ya “vine a cobrar una boleta de quiniela, en otra oportunidad” y también juega a la Quiniela Poceada Misionera.