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esde hace años, el sector agrícola, principalmente de las economías regionales, advierten que no consiguen mano de obra temporal y culpan a los planes sociales por la falta de trabajadores. En este contexto, el Gobierno Nacional busca mecanismos para que puedan convivir el empleo registrado de los denominados trabajadores temporales o “golondrinas” con los planes sociales. En ese marco, desde el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, se decidió ahora que este tipo de trabajadores conserve el beneficio de la Tarjeta Alimentar mientras desarrolle sus tareas.
La ministra de Desarrollo Social de la Nación, Victoria Tolosa Paz, anunció hoy en la Casa Rosada junto al Secretario de Empleo de la Nación, Leonardo Di Pietro, y el Secretario de Seguridad Social, Luis Goñi, la firma de la Resolución 1163/23, que permite a las y los trabajadores rurales temporarios o estacionales de la República Argentina, que tengan hijos o hijas hasta 14 años, recibir la Prestación Alimentar.
Hasta el momento esa posibilidad se encontraba vedada por la Resolución 1734/21 que modificaba el alcance del programa de seguridad alimentaria para niñas, niños y adolescentes. La nueva Resolución firmada por Tolosa Paz establece que “las y los trabajadores que sean contratados bajo modalidad de trabajo temporario o trabajo permanente discontinuo, conforme lo dispuesto en los artículos 17 y 18 de la Ley Nº 26.727 y sus modificatorias, y quienes sean contratados para desarrollar actividades agropecuarias bajo la modalidad establecida en el artículo 96 de la Ley N° 20.744 y sus modificatorias y aquellos alcanzados por los Convenios de Corresponsabilidad Gremial, tendrán derecho a acceder a y/o continuar con la percepción de la Prestación Alimentar, salvo que sus ingresos y los de su grupo familiar —entendidos aquellos en los términos del artículo 2° del Decreto N° 1667 del 12 de septiembre de 2012— sean superiores a los límites que condicionan el otorgamiento de las asignaciones familiares”.
La medida cayó de buena manera en los productores de la tierra colorada: “Es una solución para, quizás, conseguir mano de obra y que la gente se anime a trabajar, sin el temor de perder los planes”, aseguró Sergio Delapierre, integrante de Productores Autoconvocados del Norte Misionero.
En este sentido, expresó que “si se le puede mantener un plan, para que eso contribuya a mejorar los ingresos de las familias, nos parece que es positivo”. Igualmente, hay un poco de incertidumbre para saber si tendrá algún resultado.
“Esperemos que cuando se aplique esta resolución, todo funcione mejor y eso lo vamos a ver con el correr de los días”, dijo Delapierre.
La incertidumbre pasa por la “poca comunicación” que existe desde el Ministerio de Desarrollo Social para que los trabajadores rurales tomen conocimiento de que no hay un impedimento de tener un plan social y trabajar en la chacra.
“La gente se maneja más por el boca a boca. Una persona a la que le dan de baja un plan y se quiere volver a reincorporar tarda tres meses, y eso toma estado público en la comunidad donde vive esa persona“, ejemplificó. Eso hace que dejen de trabajar en el campo por miedo a perder el plan. “Se podría mejorar la comunicación en los municipios”, agregó.
Seguidamente, contó que toda esta desinformación trae como consecuencia el trabajo informal, pero aclaró que “no porque la gente quiere trabajar en negro sino porque tiene que recurrir a lo que dispone y, a veces, chocamos con que la gente tiene miedo a inscribirse (en blanco)”.
Contó que “en la producción de mandioca hay un alto índice de trabajo informal y, en algunos lugares el tabaco, que se diluye porque trabajan muchas familias con sus hijos. Y luego en la tarefa se nota también que hay cuadrillas que están compuestas por algún personal contratado y luego se suma personal informal”.
“Es todo un momento de cambio que vamos a ver ahora si tiene algún resultado, pero lo vamos a analizar más adelante”, confió.
Contra las agrupaciones sociales y piqueteras
Por otro lado, Delapierre apuntó que esta confusión generada en los trabajadores de rurales, que prefieren cobrar un plan social que ser trabajador rural formal se debe a las agrupaciones piqueteras que “manejan muchísimo dinero y son las que certifican los trabajos, los tienen en un sistema de presión donde tienen que ir a marchas, los manejan de modo perverso”, aseguró.
Contó que la ministra de Trabajo de Misiones, Silvana Giménez, fue muy clara al reunirse con ellos. “Cualquier beneficiario de un plan y que realice contraprestaciones no necesita que le certifiquen el trabajo estos ‘líderes’ (Polo Obrero, Movimiento Evita, Barrios de Pie, etc.), no hace falta”, contó.
“Fue muy clara (Giménez) cuando dijo que el Ministerio de Desarrollo Social está en condiciones de certificar cuando una persona realiza tareas. Es algo muy importante que poca gente sabe, entonces se genera una dependencia entre las agrupaciones que maneja a la gente como ganado. Y a veces, la gente se ofende cuando nosotros queremos sensibilizar ciertas condiciones laborales de la gente, lo toman como que somos explotadores”.
Asimismo, agregó que el Ministerio de Desarrollo Social “tiene todas las herramientas para saber qué hace una persona que realiza una contraprestación por su trabajo”, dijo Delapierre.
Allí, ejemplificó que pueden distribuir la certificación de la contraprestación en los municipios, pero que “no dependan de una asociación que después nos vuelve loco cuando (los piqueteros) nos meten gente en la ruta para golpear al tránsito”, cerró.
Con informaciones de Primera Edición
