l miércoles, poco después de las 19, un hombre de 49 años atropelló y mató a su hijo de 9 años con su camión en la periferia de la ciudad de La Plata, mientras intentaba escapar de un conflicto que se había tornado violento.
La secuencia comenzó cuando Alberto Bustos, de 50 años de edad, descubrió que habían tomado su casa la calle 527 bis entre 121 y 122 en la zona de Tolosa, periferia de la capital bonaerense. Bustos, precisamente, había abandonado la casa por un problema con miembros de su familia en torno al terreno, para reubicarse en Punta Lara.
Al regresar, vio que saqueaban el lugar, llevándose muebles y parte del tendido eléctrico.
Según testimonios recopilados en el lugar por la Comisaría 6°, que intervino en el lugar, cuando Bustos pidió a los usurpadores que se vayan, respondieron con violencia, arrojándole piedras. Frente a esta situación, según confirmaron fuentes del caso a Infobae, el hombre buscó escapar a bordo de su camión, momento en el que el niño de 9 años se cruzó en su camino y fue atropellado por una de las ruedas, mientras intentaba subir al vehículo.
Después del trágico accidente, el personal del Sistema de Atención Médica de Emergencia acudió al lugar y confirmó la muerte del menor, identificado como Bastián Francisco Bustos, en el lugar. La causa fue clasificada como homicidio culposo, y la investigación está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N°12.
A fines del mes de marzo de este mismo año, en un contexto diferente, en la localidad de Libertad, partido de Merlo, provincia de Buenos Aires, un hombre de 60 años mató a su hijo de 22 años con dos disparos. Luego del ataque, el agresor se quitó la vida, lo que generó conmoción en la comunidad.
Los cuerpos fueron encontrados por Patricia Alejandra Belmonte, pareja del agresor y madre de la víctima, en un departamento ubicado en la calle Carhué 2285, entre Honduras y Ecuador.
Según las fuentes policiales y judiciales, el conflicto se había originado días antes, cuando Patricia comenzó a discutir con su esposo, identificado como Joaquín Ramos, debido a supuestos episodios de violencia de género.
En medio de la pelea, el hijo de ambos, Leonardo, intervino en defensa de su madre. El padre se retiró y se dirigió al departamento en la planta alta de su vivienda, que estaba en alquiler. El joven continuó confrontando con su progenitor al día siguiente, recriminándole los malos tratos contra su familia.
Fue en este contexto que Patricia se acercó al departamento al día siguiente, asomándose por una ventana y encontrando a su hijo en el suelo del pasillo, con dos disparos en la cabeza. Más lejos, observó a su pareja ahorcada con un cable en una ventana, junto a un arma calibre 9 milímetros.
Los vecinos que acudieron al escuchar los gritos de Patricia alertaron a los Bomberos Voluntarios del cuartel de Libertad, así como a las autoridades policiales. Además, peritos y personal médico certificaron la muerte de Joaquín y de Leonardo.
La causa fue inicialmente catalogada como “averiguación de causales de muerte” y quedó bajo la responsabilidad del fiscal Oscar Marcos de la UFI N°4 de Morón.
Según el testimonio de Belmonte, su esposo era una persona muy agresiva, aunque ella no había presentado una denuncia formal por violencia de género, había sido víctima de maltrato.
En el departamento, la Policía Científica encontró dos vainas cerca del cuerpo del joven, y una tercera dentro de una sandalia. Se determinó que el arma de fuego utilizada pertenecía a Ramos y tenía un registro legal.