espués del 1-2 de la ida en Santa Inés, Crucero tenía la difícil tarea de ganar para mantener viva la ilusión de meterse en el cuadro principal de la Copa Argentina. Pero la historia volvió a repetirse en el estadio Leoncio Benítez, y Boca Unidos aprovechó la jerarquía de su plantel para marcar territorio.
El único tanto del encuentro lo convirtió Martín Fabro, el mismo verdugo de hace cuatro días, a los 42’ de la primera mitad. El global fue 3-1 a favor del Aurirrojo.
Ahora el equipo de Sandro Bárbaro le apuntará los cañones a la Reválida del torneo Federal A.