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REFLEXIÓN

15/06/2019

Pocos años, muchos sueños; muchos años, pocos sueños

El Padre Ricardo Clos brinda un mensaje muy importante con recomendaciones para una buena vida.

Pocos años, muchos sueños; muchos años, pocos sueños
O

jalá que no sea así sino a la inversa: Muchos años, muchos sueños. PENTECOSTES ( en este 2019 recordado el pasado domingo 9 de junio) usina, fábrica de sueños. Ayuda a multiplicarlos y llevarlos a la práctica.

 ¿Qué se evocó? Un acontecimiento vivido por un numeroso grupo en su mayoría galileo, seguidor de un galileo: JESUS DE NAZARET en Jerusalén. ¿Y qué era Galilea?

De las tres provincias, Galilea la más norteña. Para los de la capital de  Palestina, Jerusalén, era una zona MALDITA. Con yopará de idiomas, costumbres, creencias. Era región fronteriza de revoltosos, ignorantes, inadaptados, con nada de potable y todo de desconfiable. Cuanto más lejos estuvieran, mejor.

En el año 63 a.c. el Imperio Romano invadió Palestina. Impusieron un tributo muy pesado, provocando un general DESCONTENTO en el pueblo. Del 37 al 57 a.c., solo en Galilea, hubo 6 revueltas mesiánicas feroces. La gente seguía a cualquiera que le ofrecía la posibilidad de sacarse de encima un opresor tan asfixiante.

Del 37 a.c. hasta los tiempos en que Jesús era un bebé, HERODES EL GRANDE gobernaba. En todos los casos hubo una tremenda represión  contra estos intentos. En un primer momento se pensó que el movimiento iniciado por Jesús, era el germen de otra revuelta más. 

Llegamos a PENTECOSTES. Un grupo de 120 discípulos tuvieron una conmovedora experiencia que marcó un hito fundacional en la Iglesia Primitiva. (Ver cap. 2 de los Hechos). LOS SUEÑOS que con la muerte de Jesús se habían HUNDIDO y con la Resurrección no habían TERMINADO de restablecerse, REFLOTAN, ya imparables, inician su marcha mar adentro.

 Y precisamente de GALILEA (donde solo se habían experimentado injusticias, tinieblas, violencia, garrote, torturas, desengaños, cadenas). SURGE UNA GRAN LUZ, que se va a extender a todos los confines de la tierra (Mateo 4, 15- 16)

Este memorable estallido de vida es lo que se recordó el domingo 9 de  junio, LA VENIDA DEL ESPIRITU SANTO, que se repitió y se puede seguir repitiendo a lo largo de la historia sembrando fuerza, coraje, creatividad, armonía, sana convivencia, fraternidad, SUEÑOS.

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