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orma mamá de Juan Marcelo Meza de 23 años, uno de los ocupantes del camión compactador de la Municipalidad de Eldorado que volcó sobre la Ruta Provincial Nº 17 el pasado miércoles donde 2 de sus 3 ocupantes, entre ellos Marcelo que viajaban en el camión fueron despedidos por el parabrisas y dejaron de existir contó a RADIO STOP, que tomó conocimiento del hecho mediante el cuñado de su hijo: “En ningún momento vino alguien de la Municipalidad para informarme de lo ocurrido”.
Durante el velorio se acercaron y brindaron bolsas de pan pero estaban congelados y la gente no podía consumirlo.
Marcelo trabajaba en el municipio desde aproximadamente cinco meses como prestador de servicio y tenía contrato hasta el 30 de noviembre, él vivía con su concubina quién tenía dos hijos que lo querían como padre.
Angustiada, lamentó que la muerte del joven ocasionó una gran pérdida para sus familiares y amigos y que hará que el responsable de todo esto pague: “No me importa el dinero pero quiero que paguen por esto”.
Se mostró molesta por un audio donde empleados municipales y del gremio manifestaban de que iban a hacer pasar de que Marcelo era un pasajero que hacía dedo en la ruta, además su enojo es por la falta de disposición de los funcionarios.
“En ningún momento vinieron a ver si necesitaba algo, no me ofrecieron ningún tipo de ayuda, ni colectivos, ni ayuda para el sepelio”.
Si bien desde el municipio afirmaron que la mujer no pagaría el sepelio, estos no se acercaron a la Funeraria y la madre de Marcelo tuvo que firmar un pagaré haciéndose responsable de ello.
La indignación de la madre del joven fallecido es que ninguna persona o funcionario municipal se acercó hasta el día de hoy para explicarle lo que ocurrió ni para ponerse a disposición de la familia del joven fallecido. “A mi hijo no lo voy a recuperar jamás pero voy a llegar hasta la última instancia para que paguen por todo esto”.
El joven manifestaba a su madre que rece por él, ya que este tenía miedo cada vez que salía a trabajar, además de cobrar menos de lo que facturaba, trabajar el doble de horario que figuraba en el contrato, estaba expuesto a sol y lluvia y lesiones por los residuos que contenían elementos contundentes. Además, el temía por su vida, sabía que podría llegar a ser protagonista de un siniestro vial porque constataba lo deteriorados que se encontraban los camiones.
