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ablo Delapierre es un joven eldoradense que viajó hacia la localidad de Barra da Lagoa, Florianópolis para trabajar en el rubro gastronómico.
Todo marchaba bien hasta que al dictarse el Aislamiento en el país vecino, se cerraron todos los negocios. El joven realizó su cuarentena sin presentar síntomas, pero el dinero comenzó a faltar ya que no se encontraba trabajando.
Fue allí donde caminó 20 kilómetros al Consulado Argentino para pedir asistencia, tanto él como otro argentino varado en Brasil, no tuvieron respuestas por parte de la entidad.
Con solo doscientos reales, se dirigió a la terminal de dicha localidad con la esperanza que haya un micro, sin embargo no lo hubo. Afortunadamente logró ir hasta Dionísio Cerqueira ya que un brasilero lo llevó.
Pablo contó a RADIO STOP que al separar ambos países con solo una vereda, podría tener la posibilidad de cruzar de manera ilegal, sin embargo decidió hacerlo como corresponde: “me denegaron la entrada y además me dejaron en la calle sin hospitalizarme”.
El joven manifestó que “esperaba más hospitalidad del estado argentino con sus ciudadanos, pase noches de mucho frío durmiendo en la calle, no podía usar ni el baño”.
Fue entonces donde una funcionaria de la aduana brasilera se le acercó y le preguntó que ocurría, tras conmoverse con lo que estaba viviendo el joven lo llevó a la aduana donde le dieron de comer, una cama donde dormir y acceso al sanitario.
Luego, por medio de la intendencia de Barracao, fue trasladado a un hotel donde permanece esperando respuestas por parte de la justicia argentina: “Es impresionante lo solidarios que son en Brasil, esto debería imitar nuestro país”.
El joven realizó la cuarentena en Florianopilis, permanece varios días en Barracao sin presentar síntomas, tiene la disposición de realizar una cuarentena en Bernardo de Irigoyen y luego regresar a Eldorado, sin embargo no se le ha podido autorizar.
“Tengo intención de realizar otra vez la cuarentena, quiero hacer todo legalmente, pero acá estoy pasando por esto tratando de hacer las cosas bien” expresó.
La única solución que tuvo el joven, fue que sea trasladado a la localidad de Uruguayana, cruzar a Paso de los Libres, Corrientes, ser trasladado a Buenos Aires y cumplir otra vez la cuarentena allá para poder regresar a Eldorado: “Es inédito que me manden miles de kilómetros siendo que estoy a 130 de mi casa”.
Sin embargo, esperanzado de que este procedimiento permita que pueda volver a su vivienda con su familia, Pablo espera que pueda terminar pronto su aislamiento para estar en casa.
El joven concluyó manifestando “me apena la lentitud de justicia argentina, estoy anhelado poder ir a mi casa y tengo que irme lejos a hacer otra cuarentena más”.
