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ras darse a conocer que en la guardia de la Unidad Penal 7 de Puerto Rico, efectivos del Servicio Penitenciario Provincial y la División de Toxicomanía evitaron que Pablo Schandler reciba una torta, una bolsa de galletas y una caja de leche en polvo con cocaína que fue enviada por su madre surgieron denuncias hacia la Unidad Penal VII “por el ilegal procedimiento en la requisa” y a la Unidad Penal III por supuestos maltratos y amenazas que habría sufrido su hijo en la unidad, motivo por el cual fue derivado a la Unidad Penal VII de Puerto Rico, donde permanece alojado.
En diálogo con RADIO STOP, la abogada Skeppstedt Natalia quién además es hija de Mariano Skeppstedt quién falleció tras una golpiza por el cual está detenido Pablo Schandler, sostuvo que tomó conocimiento del hecho a través del portal de Facebook del mismo Servicio Penitenciario y los medios periodísticos y aseguró que desde la institución no habría un error: “No los veo al Servicio Penitenciario cometiendo un error, no son improvisados”.
Para la mujer, la denuncia sobre la requisa de los elementos llevados por Andrea, la madre de Pablo, desde la defensa aseguran que no es válido el procedimiento no sería el tema central, sino que apunta a la existencia de drogas en los elementos que iban a ser enviados al reo.
“El resultado positivo para cocaína solamente confirma que esta persona consume drogas” sostuvo.
Calificó al Servicio Penitenciario como una institución que lleva a cabo los procedimientos correctamente en las requisas y procedimientos a seguir en caso de que se detecte alguna irregularidad.
Sobre las acusaciones de uno de los defensores de Schandler, Claudio Paniagua quién manifestó que fue ilegal el procedimiento, Natalia afirmó que “las requisas son instantáneas y no después de que se vayan las personas y que la inspección a la persona es una cosa y otra son las requisas de elementos donde se verifican los objetos a ingresar”.
Aseguró que la acusación del procedimiento busca desviar la atención de la existencia de drogas que iban a ser llegadas al joven.
Con respecto a las denuncias hacia la Unidad Penal III por maltratos y amenazas a Schandler, Natalia aseguró que no tomó conocimiento de esto, pero sí de actuaciones por parte del Complejo donde alertaron e informaron a la jueza de Instrucción Nº 2 sobre el mal comportamiento del interno: “A Pablo le encontraron elementos prohibidos en la cárcel, él no se adapta a las normas carcelarias por eso enviaron el informe y fue trasladado a la Unidad Penal VII, si ella considera que el hijo fue víctima de maltratos que denuncie y se investigará”.
Indicó que por sus actuaciones, Pablo debería ser tratado psicológicamente y lamentó que a un año de cumplirse el crimen, la familia aún no se acercó a pedir disculpas por lo ocurrido: “vamos a cumplir un año de los hechos y jamás hemos recibido disculpas”.
Con respecto a la causa, afirmó que están próximo a la finalización de la etapa de instrucción: “Aún quedan unos procedimientos procesales y estamos finalizando la instrucción, la pandemia retrasa los pasos pero no se dejó de trabajar”.
Con la caratula de “homicidio simple y amenazas simples” Skeppstedt aseguró que la pena es de 8 a 25 años por la muerte mientras que por las amenazas es 9 años.
