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31/07/2023

Creen que el joven que mató a la mamá de su amigo estaba “obsesionado” y planeó el femicidio

Creen que el joven que mató a la mamá de su amigo estaba “obsesionado” y planeó el femicidio
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a familia de Marisa Colimán, la mujer de 44 años que fue asesinada de 35 puñaladas en su casa de la localidad rionegrina de Luis Beltrán, cree que el joven detenido con prisión preventiva por el femicidio estaba “obsesionado” con la víctima y que el ataque fue “planeado”.

“Ella era una chica re pila, limpiaba casas, siempre se manejó sola, nunca molestó a nadie, tenía una sonrisa siempre, es muy injusto todo”, dijo a Télam Carlos Ortíz, el hermano de Marisa, quien aportó a la Justicia las imágenes de la cámara de seguridad de su comercio que comprometen al único acusado.

Por el caso, en las últimas horas fue imputado con prisión preventiva Nicolás Ezequiel Medina, un joven formoseño de 21 años que era amigo de Oscar Kuhn, uno de los cinco hijos de la víctima, al que también atacó a puñaladas tras cometer el femicidio.

“Lo recontraplaneó (al femicidio) porque cuando sale de la casa de la novia le dice que se va a cargar nafta, pero llega a la casa de Marisa y deja la moto escondida detrás de un desagüe y pasa caminando por el frente del negocio nuestro que está a cincuenta metros. Ahí queda registrado en la cámara de seguridad del local”, contó Carlos sobre el hecho ocurrido alrededor de las 2.30 de la madrugada del domingo 23 de julio.

Esa filmación fue incorporada al expediente y en ella se lo ve a Medina llegar a la vivienda a las 2.21, en la esquina de las calles Belgrano y Guerrico, de la zona conocida como Conventillo García, de Luis Beltrán, en el Valle del Medio de Río Negro.

Según el hermano de Colimán, al tocar la puerta, Medina “le pidió a Oscar permiso para quedarse a dormir en la casa de ellos” y el muchacho le dijo “tirá un colchón en el piso y quedate”, mientras la madre dormía.

En ese momento, Medina le dijo de “tomar una cerveza” y el sobrino de Carlos le indicó que le diera “la moto” para ir a comprar un envase, pero el acusado le respondió que no la había llevado. “La tenía escondida como a 200 metros a la moto, o sea lo tenía planeado todo esto”, aseguró el hermano de Marisa.

Ante esa situación, Oscar se fue en bicicleta a comprar la bebida a las 2.34 y regresó a las 2.45.

La familia de Marisa Colimán, la mujer de 44 años que fue asesinada de 35 puñaladas en su casa de la localidad rionegrina de Luis Beltrán, cree que el joven detenido con prisión preventiva por el femicidio estaba “obsesionado” con la víctima y que el ataque fue “planeado”.

“Ella era una chica re pila, limpiaba casas, siempre se manejó sola, nunca molestó a nadie, tenía una sonrisa siempre, es muy injusto todo”, dijo a Télam Carlos Ortíz, el hermano de Marisa, quien aportó a la Justicia las imágenes de la cámara de seguridad de su comercio que comprometen al único acusado.

Por el caso, en las últimas horas fue imputado con prisión preventiva Nicolás Ezequiel Medina, un joven formoseño de 21 años que era amigo de Oscar Kuhn, uno de los cinco hijos de la víctima, al que también atacó a puñaladas tras cometer el femicidio.

“Lo recontraplaneó (al femicidio) porque cuando sale de la casa de la novia le dice que se va a cargar nafta, pero llega a la casa de Marisa y deja la moto escondida detrás de un desagüe y pasa caminando por el frente del negocio nuestro que está a cincuenta metros. Ahí queda registrado en la cámara de seguridad del local”, contó Carlos sobre el hecho ocurrido alrededor de las 2.30 de la madrugada del domingo 23 de julio.

Esa filmación fue incorporada al expediente y en ella se lo ve a Medina llegar a la vivienda a las 2.21, en la esquina de las calles Belgrano y Guerrico, de la zona conocida como Conventillo García, de Luis Beltrán, en el Valle del Medio de Río Negro.

Según el hermano de Colimán, al tocar la puerta, Medina “le pidió a Oscar permiso para quedarse a dormir en la casa de ellos” y el muchacho le dijo “tirá un colchón en el piso y quedate”, mientras la madre dormía.

En ese momento, Medina le dijo de “tomar una cerveza” y el sobrino de Carlos le indicó que le diera “la moto” para ir a comprar un envase, pero el acusado le respondió que no la había llevado. “La tenía escondida como a 200 metros a la moto, o sea lo tenía planeado todo esto”, aseguró el hermano de Marisa.

Ante esa situación, Oscar se fue en bicicleta a comprar la bebida a las 2.34 y regresó a las 2.45.

 

Diez minutos para matar

En ese lapso de unos 10 minutos, para la fiscal Analía Álvarez el agresor cometió el asesinato de Colimán después de trabar la puerta con un tronco desde adentro para intentar abusar sexualmente de ella, “al punto de bajarle hasta media pierna las dos calzas que ella tenía puesta”.

Según las fuentes, el agresor usó un cuchillo tipo Tramontina y la atacó sobre la cama, tras lo cual la mujer intentó escapar de la casa pero una vez afuera recibió más puñaladas que le provocaron la muerte.

“Le metió más de 30 puñaladas, dos garrotazos en la cabeza. Cuando llega mi sobrino empieza a llamarlo y él lo ataca directamente, le dio cinco puñaladas en la cabeza, le corta los dedos, mi sobrino alcanza a escapar porque le mordió una tetilla y fue a pedir ayuda a la estación de servicio que está a 50 metros”, relató el pariente.

En las imágenes de la cámara de seguridad, a las 2.57 se lo vio salir a Medina sin remera, como si se la hubiese colocado en un brazo al sufrir alguna herida, y a las 2.59 llegó la Policía luego de que Oscar llamara para pedir auxilio.

 

Obsesión fatal

“El chico vivía en mi barrio, mi hermano tiene una empresa y hacía un año que trabajaba ahí. También salía con una parienta nuestra y era amigo de mi sobrino”, sostuvo Carlos sobre la relación del joven detenido con su familia.

Por otro lado, señaló que “hay versiones que dicen que estaba obsesionado con Marisa, tres veces le había caído y ella le decía que se fuera porque iba a llamar a la Policía”. “Nunca nos enteramos de nada, ahora van a revisar los celulares y nos van a caer muchas fichas para ver si hubo una relación intermedia, que sinceramente yo creería que no porque mi hermana tenía pareja”, consideró.

Tras el femicidio, hubo una marcha de más de 2.500 personas que pidieron justicia. “Estamos un poco más tranquilos porque está descansando en paz. Ahora a esperar el juicio, tenemos que estar tranquilos y tenemos que ayudar a los cinco hijos de Marisa”, concluyó su hermano.

 

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