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a Albiceleste se impuso por 1-0 con gol de Nicolás Otamendi en el mítico estadio Maracaná (el mismo escenario de la coronación en la Copa América 2021), y le sacó el legendario invicto a Brasil, que perdió por primera vez como local en Eliminatorias. Con este resultado, la Scaloneta está primera en el certamen clasificatorio rumbo al Mundial 2026, con 15 unidades, mientras que Brasil quedó sexto, al borde de la zona de repechaje.
Se esperaba un clima muy caliente en la cancha y cuando sonaban los himnos, hubo serios incidentes en la tribuna y una brutal represión policial hacia los hinchas argentinos, que compartían espacio con los brasileños. En este contexto, los jugadores de la Albiceleste primero se acercaron para intentar calmar las aguas y, viendo que no había garantías de la seguridad para los fanáticos, decidieron retirarse del campo de juego. "Nos vamos", fue el gesto que hizo Messi.
El inicio estuvo demorado media hora hasta que la situación se normalizó en la tribuna y las partes acordaron que se juegue el partido. En el césped, en el primer tiempo, hubo más infracciones que juego, en un duelo por demás trabado. La Albiceleste pisó pocas veces el área de Alisson y, salvo un remate de media distancia de Alexis Mac Allister, casi no generó chances de peligro.
Por su parte, Brasil tuvo las dos oportunidades más claras: un tiro libre de Raphinha y un disparo de Gabriel Martinelli (que el Cuti Romero salvó con lo justo en la línea). Lo mismo fue en el inicio del segundo tiempo: avisó nuevamente con remates de los dos delanteros (en una, Dibu brilló con una gran atajada).
La Albiceleste se acercó muy pocas veces al arco de Alisson, pero golpeó en su chance más peligrosa: Nicolás Otamendi ganó de cabeza tras un corner y abrió el marcador a favor de la Selección Argentina en el Maracaná.
Argentina resistió en lo que quedó del encuentro y encima Brasil se quedó con uno menos por la expulsión de Joelinton, quien vio la roja por golpear a Rodrigo De Paul a los 35 minutos. Finalmente, fue victoria para la Albiceleste, en medio de un infierno en el Maracaná: el equipo de Lionel Scaloni se recuperó, consiguió otro histórico triunfo y termina el 2023 como líder de las Eliminatorias rumbo al Mundial 2026. Por su parte, Brasil profundizó su crisis: quedó sexto tras su tercera derrota consecutiva, en un contexto sin precedentes para la Verdeamarela.
El histórico invicto que ostentaba Brasil
Brasil contaba con el récord histórico de nunca haber perdido un partido por Eliminatorias jugando como local. Los pentacampeones del mundo, que no contaron con Neymar lesionado y que en los últimos días perdieron a Vinicius Junior, llevaban disputados 64 partidos en esa condición por Eliminatorias con un brutal registro de 51 triunfos, 13 empates y cero derrotas hasta que Nicolás Otamendi con su cabezazo quebró su gran racha como anfitrión.
En el mano a mano, la Canarinha y la Albiceleste estan igualadas en el historial. En total ganó 42 partidos, mientras que Argentina obtuvo la victoria en 42 ocasiones. Los restantes 26 duelos (son 110 en total con el que no se completó en las Eliminatorias pasadas) entre estos dos seleccionados terminaron empatados.
Otra vez escándalo y represión en Rio de Janeiro
Después de los problemas en la previa por los problemas entre ambas hinchadas por una bandera, los disturbios parecieron parar, hasta el momento del ingreso de los jugadores al campo de juego. Mientras el himno nacional sonaba en Río de Janeiro, simpatizantes de la Albiceleste reaccionaron a los abucheos y los brasileños comenzaron a arrancar las butacas y revoleárselas, y, ante el contraataque de los visitantes, la policía militar se metió e iniciaron a atacarlos con los bastones. Con la salvaje represión por parte de los uniformados, los jugadores dirigidos por Lionel Scaloni se acercaron a defender a los hinchas que estaban siendo, nuevamente, castigados por gendarmes, mientras que la seguridad privada no se metía. Emiliano Martínez, Cristian Romero, Giovanni Lo Celso, Leandro Paredes y Lautaro Martínez, quien afirmó: “Siempre igual acá”, se subieron a las escaleras que separan el campo de juego de las tribunas para ayudar a las personas con niños y a las víctimas a salir de los ataques.
Luego de más de cinco minutos, Lionel Messi, seguido por todo el plantel, le anunció al árbitro Piero Maza que no disputarían el partido hasta que no estén dadas las condiciones y salieron para el vestuario. A la par de este momento, dos de los fanáticos que fue sacado por la zona de seguridad fueron llevados en camilla, uno de ellos con toda la cara ensangrentada.
Mientras los futbolistas se encontraban esperando que desde la CONMEBOL les aseguraran que ya estaba todo normalizado y que no volvería a suceder las represiones. Más de diez minutos después, y tras la intervención de Claudio Tapia, los futbolistas regresaron y el partido comenzó, con el clima aún caldeado.
Esta no es la primera vez que sucede esto en Brasil con los hinchas argentinos en este año. A principios de este mes, los hinchas de Boca habían sido fuertemente reprimidos en la previa a la final de la Copa Libertadores, misma competencia en la que, anteriormente, fueron agredidos los simpatizantes de Argentinos Juniors y Racing, con la particularidad que en todas las ocasiones sucedió en Río de Janeiro.
TODOS LOS RESULTADOS DE LA FECHA
ARGENTINA 1 BRASIL 0
PERÚ 1 VENEZUELA 1
URUGUAY 3 BOLIVIA 0
ECUADOR 1 CHILE 0
PARAGUAY 0 COLOMBIA 1
