lgunas personas nos dejan pero no por ello las olvidamos, siempre las tendremos presentes en nuestro corazón y mente. Aunque no estén, siempre tendrán nuestro reconocimiento, por todo lo que han hecho y lo que nos han marcado. Nuestras condolencias a familiares y amigos, rogando a Dios nuestro señor les de las fuerzas necesarias para sobrellevar este doloroso trance. Que Dios lo tenga en su santa gloria.
Fuerzas y resignación Héctor, Darío y demás familiares.