Aunque sea difícil de creer, las autoridades intentaron que el encuentro se juege de todas las maneras posibles. El conjunto local llamó a futbolistas que estaban en sus casas y tanto los árbitros como los hombres del "Tricolor" salieron a la cancha, listos para disputar el duelo pactado.
Sin embargo, Goias se mantuvo firme en su postura de no jugar por la desigualdad de condiciones en las que se encontraba. Es que, ocho de sus futbolistas titulares había dado positivo de COVID-19, y la Confederación Brasileña de Fútbol postergó el encuentro.
San Pablo es uno los rivales de River en la fase de grupos de la Copa Libertadores. El "Millonario" debería viajar a Brasil, el país más afectado por el coronavirus de Sudamérica y el segundo con más casos del mundo.