0 de junio de 2006, estadio Olímpico de Berlín. Argentina se mide contra Alemania por los cuartos de final de la Copa del Mundo que se disputa en suelo germano. El equipo dirigido por José Pekerman dispone de exquisitos nombres en su plantel y el DT se decide por la alineación 4-3-1-2 que tanto rédito le venía dando. De enganche, Juan Román Riquelme. Arriba, Carlos Tevez y Hernán Crespo. Sobre el final, se registra una de las modificaciones que más debate generó: Julio Cruz por Crespo. En el banco quedan Javier Saviola, Rodrigo Palacio y Lionel Messi. La historia es harta conocida: los alemanes empatan a falta de 10 minutos y pasan a semis en tanda de penales.
Messi, con 19 años recién cumplidos, venía de dar cátedra el año anterior en el Mundial Sub 20 de Holanda en el que se consagró campeón con el seleccionado nacional, mejor jugador del certamen y goleador. Hugo Tocalli, el primer entrenador que tuvo a Leo en un elenco albiceleste (fue en el Sudamericano de Colombia en 2005), era el ayudante de campo de Pekerman en esa época y repasó los detalles de una historia que muchos desconocen y, por la inmensidad que tomó Messi como futbolista de talla mundial con el correr del tiempo, lució como un error grandilocuente y garrafal de aquel cuerpo técnico.
Al minuto 71, el Pato Abbondanzieri dejó la cancha y fue reemplazado por Leonardo Franco. Segundos después entró Esteban Cambiasso por Juan Román Riquelme. Y a los 79′, Cruz por Crespo. Un minuto antes de que Miroslav Klose anotara el 1-1 que sería definitivo hasta la tanda de penales.
“Yo volvería a hacer el mismo cambio. Realmente no cambiaría porque uno veía que Cruz estaba muy bien. Y no te olvides que Leo, después de eso, fue operado del quinto metatarsiano porque tenía un problemita ahí que arrastraba con nosotros. Sus entrenamientos no fueron como lo había hecho en el Sub 20 y al principio con la Mayor. También lo cuidamos un poco de eso”, levanta el pulgar Tocalli, para contrarrestar la imagen icónica de Messi, desilusionado y solitario, en el banco de suplentes.
“Queríamos apuntar a los procesos y él fue entrando en el Mundial. En uno de los mejores partidos que tuvimos (6-0 ante Serbia) entró e hizo un gol. Nosotros lo teníamos muy bien considerado, pero en ese momento creímos que el cambio tenía que ser ese. Después nos empataron y sí, bueno, sería fácil el fútbol si hicieras todos los cambios sabiendo cómo van a resultar. Con el diario del lunes son fáciles las cosas”, fue otra de las reflexiones de quien hoy trabaja en la coordinación de las inferiores de Platense.
En un universo paralelo, Abbondanzieri seguía en cancha, Pekerman se guardaba una variante para el final, ponía a Messi por Tevez y Argentina sellaba la clasificación en tiempo reglamentario para jugar las semifinales de la Copa del Mundo de Alemania 2006 frente a Italia.